Sevilla
fue en esta ocasión, con su lunita plateada, la que nos acogió para celebrar 13º ENCUENTRO DE AA. AA. DEL C.H.F. DE LEON durante
los
días 15,16 y 17 de mayo de 2015,
año en que se cumple el 50 aniversario en que muchos de los asistentes
abandonamos aquellos muros hospitalarios del C.H.F. de León llevando con
nosotros el imborrable recuerdo de la amistad que durante años habíamos ido
forjando en el devenir cotidiano.
Amistad
y recuerdos que estos encuentros, al igual que en nuestra página de
Internet, nos permiten compartir,
comentar, recordar a la vez que constatamos como el paso de los años nos marcan
con la dificultad de poner cara a nombres de profesores, amigos y compañeros,
unos nombres que barruntan por nuestras mentes y que nos consienten mantener
vivos los recuerdos gratos y menos gratos de la convivencia en aquellos años de
internado.
Sevilla,
lugares como la Catedral, los Reales Alcázares, la plaza de España, el barrio
de Santa Cruz, el Guadalquivir, la Torre del Oro, Triana, su calles estrechas,
largas, serpenteadas, anchas o esquinadas nos permitieron conocer y deambular
por ellas, charlar, mirar y observar como con paso a veces cansado pero aún
firme, los compañeros y amigos, nos saludamos, nos abrazamos y compartimos
charlas de un pasado lejano en el tiempo, pero cercano en nuestra memoria.
Sevilla fue testigo del encuentro de unas personas a las que nos une una
misma característica, ser huérfanos de ferroviarios y haber permanecido
internos durante unos años en el C.H.F. de León. En Sevilla, junto a quienes
comparten su vida con nosotros, se corroboró, una vez más, ese valor que nos
infundió el compartir años de internado, el valor de la AMISTAD junto con el
agradecimiento y el recuerdo a quienes nos ayudaron en su día a nuestra
formación y a quienes codo con codo hicimos el camino en unos años muy
particulares de nuestra vida y que el tiempo no ha hecho caer en el olvido, y esperanzados
en que los abrazos de despedida, que nos llegaron a emocionar, sean igual de
efusivos en nuestro próximo encuentro.
Remedando la letra de una popular canción, me permito expresar: Ay barrio de Santa
Cruz, ay plaza de doña Elvira, hoy lo vuelvo a recordar y me parece mentira. Ya
todo pasó, pero no quedó en el olvido, y nuestros apretones de manos, nuestros
abrazos, nuestras palabras de amistad siguen vivas en la mente, a la vez que
agradecemos a los organizadores su trabajo y esfuerzo por hacernos tan gratos
esos días de convivencia y amistad.