jueves, 25 de junio de 2015

SEVILLA -2015



Sevilla fue en esta ocasión, con su lunita plateada, la que nos acogió para celebrar 13º ENCUENTRO DE AA. AA. DEL C.H.F. DE LEON durante los días 15,16 y 17 de mayo  de 2015, año en que se cumple el 50 aniversario en que muchos de los asistentes abandonamos aquellos muros hospitalarios del C.H.F. de León llevando con nosotros el imborrable recuerdo de la amistad que durante años habíamos ido forjando en el devenir cotidiano.
Amistad y recuerdos que estos encuentros, al igual que en nuestra página de Internet,  nos permiten compartir, comentar, recordar a la vez que constatamos como el paso de los años nos marcan con la dificultad de poner cara a nombres de profesores, amigos y compañeros, unos nombres que barruntan por nuestras mentes y que nos consienten mantener vivos los recuerdos gratos y menos gratos de la convivencia en aquellos años de internado.
Sevilla, lugares como la Catedral, los Reales Alcázares, la plaza de España, el barrio de Santa Cruz, el Guadalquivir, la Torre del Oro, Triana, su calles estrechas, largas, serpenteadas, anchas o esquinadas nos permitieron conocer y deambular por ellas, charlar, mirar y observar como con paso a veces cansado pero aún firme, los compañeros y amigos, nos saludamos, nos abrazamos y compartimos charlas de un pasado lejano en el tiempo, pero cercano en nuestra memoria.
Sevilla fue testigo del encuentro de unas personas a las que nos une una misma característica, ser huérfanos de ferroviarios y haber permanecido internos durante unos años en el C.H.F. de León. En Sevilla, junto a quienes comparten su vida con nosotros, se corroboró, una vez más, ese valor que nos infundió el compartir años de internado, el valor de la AMISTAD junto con el agradecimiento y el recuerdo a quienes nos ayudaron en su día a nuestra formación y a quienes codo con codo hicimos el camino en unos años muy particulares de nuestra vida y que el tiempo no ha hecho caer en el olvido, y esperanzados en que los abrazos de despedida, que nos llegaron a emocionar, sean igual de efusivos en nuestro próximo encuentro.
Remedando la letra de una popular canción, me permito expresar: Ay barrio de Santa Cruz, ay plaza de doña Elvira, hoy lo vuelvo a recordar y me parece mentira. Ya todo pasó, pero no quedó en el olvido, y nuestros apretones de manos, nuestros abrazos, nuestras palabras de amistad siguen vivas en la mente, a la vez que agradecemos a los organizadores su trabajo y esfuerzo por hacernos tan gratos esos días de convivencia y amistad.