viernes, 14 de diciembre de 2012

MIS SESENTA Y CINCO AÑOS

Me ha sido muy fácil encontrar en “la gran enciclopedia de Internet” que el día de mi nacimiento 10/12/1047 era miércoles y que en los años 1952 1958 1969 1975 1980 1986 1997 2003 2008 también coincidió en miércoles. Si hubiera seguido buscando seguro que hasta hubiera podido leer las noticias más relevantes de aquel día. 
Pero no, ahora no quiero escribir sobre eso, ahora quiero subrayar lo que para mí ha significado este día en que he cumplido la edad de sesenta y cinco años. Lo que ha significado soplar las velas de un pastel rodeado de personas queridas. Por fortuna, Internet no puede decirnos cuales son nuestros sentimientos en fechas tan significativas como para mí ha sido este aniversario. 
Aun permanece vivo en mí el frio de la mañana con que ese lunes me desperté y sobretodo el sentir junto a mí a la persona con la que comparto la vida y que hace que cada mañana me llene la esperanza. El trajín de mi vida, el ir y venir, el pasar días fuera de casa no me han permitido poder sentir físicamente tan próxima a la mujer que me acepta como soy, cree en mi, perdona mis errores, calma mis temores, camina a mi lado, me baja a la realidad. Las idas y venidas no me han permitido estar cerca de mis hijos y mi nietecilla pero el recuerdo ha sido constante como lo es el resto de los días. 
Hoy constato que el transcurrir del tiempo ha plateado mi sien, debilitado mi vista, arrugado la frente, lento mi caminar, menos febril mi actividad, pero hacen prevalecer vivos en mi, gratos recuerdos de todas esas personas que de una forma u otra me han hecho llegar palabras de buenos deseos. 
Hoy he vuelto a advertir las sillas vacías de los muchos que lamentablemente ya no están, pero también valorar el espacio que ocupan aquellos que sí están y me transmiten cariño, amistad, alegría, tristeza, melancolía, recuerdos y mucho más. Hoy he tenido tiempo para pensar en la proximidad del final de mi vida laboral y sentir esa duplicidad de sentimientos que me afloran al evocar los años dedicados a la enseñanza rodeado de personas que me han ayudado a crecer como persona y a ayudar a aprender a quienes en edad de la adolescencia han ocupado aulas llenas de felicidad e impaciencia juvenil. 
Hoy mientras camino por los senderos de la vida sigo poniendo vida a los años, sigo amando la vida, caminando con esperanza, pidiendo perdón por mis errores. Hoy también me siento muy feliz gracias a vosotros.

domingo, 2 de diciembre de 2012

ALGO MÁS QUE UN REGALO



Ante la inminente cuenta atrás de mi finalización de trabajo, mis amigos y compañeros de trabajo más directos, los profesores de tecnología, me han hecho un homenaje de “despedida” acto con un fondo, un talento, un valor, un cariño, una imaginación, una amistad inigualable y que me han hecho derramar lagrimas, cosa fácil, a la vez que sonrisas y palabras de agradecimiento.
Como recuerdo me han obsequiado con un original “corto” (3’ 42”) elaborado por ellos, a base de fotografías que muestran cronológicamente diversas etapas de mis treinta y cinco años de vinculación con la escuela. Acompañadas por la canción de “Cuando te vayas “(Melocos) las fotografías se suceden con los subtítulos:
“Para una persona a la que queremos mucho, de tu “familia tecnológica”
35 años dedicados a la enseñanza compartiendo buenos momentos dentro y fuera del aula junto a familiares y buenos amigos
Una persona implicada, entusiasta de la vida y del trabajo con un compromiso claro de enseñar a aprender. Una persona sincera, sin miedo a decir lo que piensa.
 Sin dejar indiferentes a alumnos y profesores.
Nos sentimos muy afortunados de haber trabajado contigo. Gracias.
GRACIAS POR TODO, EMILIO!!!!”
Ellos, han halagado las capacidades que tengo y me ha permitido desarrollarlas sin percatarme de que han sido de ayuda para el desarrollo y realización de su labor docente en una asignatura que permite, que los alumnos puedan, no solo acrecentar sus capacidades de aprendizaje, como lo hacen en cualquier otra asignatura, sino que también le permite desarrollar sus habilidades, destrezas manuales, creatividad, ingenio, imaginación y aplicación de los conocimientos asumidos. En definitiva, un conocimiento integrado, basado metodológicamente en la dialéctica conocimiento-acción.  Metodología que desde mi punto de vista, es la forma de enseñanza que más favorece el aprendizaje.
Como complemento un ex alumno, ha accedido a decir unas palabras en un video. Al verlo, he sentido una sensación inenarrable. Él fue un alumno de esos que dejan huella por su cualidad y calidad humana, por su carácter, valores, e incluso su afición a los trenes eléctricos. Afición que comparto.
Este hecho me ha inducido a reflexionar y constatar que mi etapa como profesor se cierra  con estas palabras de quien formo parte de los alumnos del primer curso que impartí clase. Es como si se interceptase el principio y el fin, cerrándose como una circunferencia en cuyo círculo englobo a todos esos cientos de alumnos y profesores de los cuales tanto he aprendido. A vosotros, a todos vosotros y a Germán, Sonia, Marta, Helen y Ramón ¡GRACIAS, MUCHAS GRACIAS!


Nunca pensé que llegaría
Nunca creí en ese momento
Te cambia la vida
Sin que tengas nada para seguirla...
Te cambia y no piensas
En lo que te olvidas 
 

jueves, 15 de noviembre de 2012

UN ESCRITO DE RECUERDO



En mi artículo (post) “PAPEL ES VIEJOS, CADUCADOS” hago referencia a que otras notas, las he guardado y salvado de “la quema”, conservándolas en menor espacio y con la misma identidad y posibilidad de acceder a ellas, de leerlas y releerlas.
Este es el motivo por el que hoy transcribo lo que en su día,  (21/10/1998) recibí, con motivo de un sencillo acto motivado por la publicación de uno de mis libros. La autoría del escrito es de mi “mentor” José Mª Pallares, amigo incondicional, maestro de maestros y a quien tanto admiro y agradezco.
Dice así:

“Emilio, aunque sea en una hoja de examen, mi felicitación más sincera y emocionada por el nuevo libro o crédito y muchas, muchísimas gracias por el detalle, detallazo… Ha sido un momento que recordare siempre, al menos mientras que permanezcan vivas las neuronas de la memoria.
No sólo ha sido un momento de amistad, de fraternidad, de comunión, puede decirse que ha sido un momento de FP, de “los mejores años de nuestra vida”.
Si cuando empezamos a trabajar juntos, si en aquel entonces de “noches oscuras” en que nos parecía que tardase mucho en llegar el amanecer, te hubiesen dicho, que ibas a escribir muchos libros, que llegarías a ser una de los profesores-autores con mayor número de libros publicados, ¿te lo hubieses crido?.
Con toda sinceridad…no solo no te lo habrías creído, sino que habrías pensado que yo era un exagerado y que te supervaloraba.
Ahora resulta que ha sido evidente que ha sido así…y los logros, las “obras bien hechas” son prueba palpable de tus especiales cualidades…¡Tu vales mucho, Emilio! Y no sólo es tu éxito…lo es también de las muchas personas que siempre hemos creído en ti.
Un fuerte abrazo”.

Al margen, Carmen Arango, la gran e incondicional compañera, colega y amiga con la que he trabajado codo con codo en tantas y tantas ocasiones, escribió:

“Como a “Tecnólogo” no sé que más decir. De verdad, ha sido un detalle muy emotivo el que pensaras en mi, Sinceramente, muchas gracias Emilio y muchas felicidades”.
 
Escrito, carta, artículo, nota, recuerdo, evocación…guardada, leída, releida…

viernes, 9 de noviembre de 2012

PAPELES VIEJOS, CADUCADOS…

Dentro de unos días, posiblemente el 12/12/2012 finalizare mi vida laboral, dedicada en gran parte (35 años) a la enseñanza. Años durante los que he ido elaborando y haciendo acopio de apuntes, notas, escritos, dibujos, recortes de prensa y un largo etc. de material que me ha sido, a lo largo de estos años, de gran utilidad o de irrelevante e incluso, nulo uso.
Llevo ya tiempo que todo este servible o inservible material, por traslados, por carencia de espacio u otras razones o sin razones, lo voy "revisando", lo que equivale a decir, que después de desempolvarlo, leerlo, ojearlo y clasificarlo he ido desasiéndome de él.
Unas veces he recurrido a la forma fácil o habitual, depositándolo, tal cual, en unas reutilizadas bolsas de plástico que he ido llenando al máximo y que casi a punto de romperse, he depositado en el contenedor callejero para el papel.
Otras, después de leer y releer su contenido una y otra vez, de auto convencerme de que son cosas más o menos personales, más o menos evocaciones de un pasado, más o menos sentimentales, más o menos útiles a otros, más o menos ya caducas y que según una mayoría de los nuevos, los modernos, los actualizados, los reciclados enseñante o docentes, “hoy ya no valen”. Sin ningún fundamento me siento receloso, de que su contenido pudiera ser leído, utilizado por terceros o alguien se adjudicase su autoría, y por eso he ido despedazado las hojas a tiras, rompiéndolas en mil pedazos grandes o minúsculos, llenando las bolsas reutilizadas de plástico para luego, arrojarlas en el contenedor callejero para el papel pero con la precaución previa de que a la vez que los tiro, los esparzo por el contenedor para prevenir, la posible composición de lo escrito como si de un puzle se tratara. Absurda idea e inútil esfuerzo, pero así soy yo.
Otros apuntes, notas, escritos, dibujos, recortes de prensa, los menos, los he guardado y salvado de “la quema”, de los finales descritos y haciendo uso de las tecnologías actuales, los conservo en menor espacio y con la misma identidad y posibilidad de acceder a ellos, de leerlos y releerlos, rememorando un tiempo pasado y una profesión, ocupación, trabajo, quehacer o dedicación que a nivel humano y personal me ha aportado mucho de bueno, lo que tal vez en su día, cuando me inicié en la labor docente, no podía imaginar.

lunes, 29 de octubre de 2012

VOLVER

Volver siempre es un motivo de satisfacción. Atrás quedan los días de trabajo, de descanso, de recuerdo, de olvido, de tedio, de espera, de compañía, de soledad, de pensar, de mal dormir, de alegría, de felicidad, de palabras, de risas, de lágrimas… de todo cuanto la vida me ha ido brindando en estos días. Días que se me hacen eternos o pasan a la velocidad vertiginosa a pesar de lo cual, los recuerdo y los vivo. 
A velocidad de vértigo el tren, al avanzar, siempre me hace soñar; y casi, casi olvido la fatiga del día y me entrego al traquetear del tren que marcha con un trajín de fiera encadenada dejando atrás, altozanos, lomas, cerros, llanuras, explanadas, horizontes lejanos que dibujan perfiles caprichosos y campos pintados con el color del otoño que me hacen quedar cautivo al contemplarlos iluminados por los últimos rayos del sol que dejan percibir los primeros resplandores de las estrella. 
La noche, al igual que el tren, también avanza y desde la ventanilla del vagón percibo agitarse un sin fin de formas oscuras, y en torno cien tipos de negruras tomadas de cien fragmentos de la noche. 
A lo lejos, pueblos, aldeas, pedanías, cortijos y casas aisladas de cuyas ventanas asoman hilos de luces, de ventanas que guardan y ocultan tras las persianas, cortinas y visillos miles de historias, algunas de las cuales, llamado por la curiosidad o el fisgoneo me gustaría conocer y compartir el secretos de sus protagonistas. 

Durante el trayecto, varias veces sentí y deseé amodorrarme, descansar o dormitarme, pero fue inútil el empeño, los nervios, el ruido o los recuerdos me lo impedían mientras las horas transcurrían adentrándose la noche.
Un recuerdo amontoné sobre otro recuerdo y el ansia de llegar sentía que me invadía en este volver tan deseado. Y así, recordando y esperando una sonrisa, un beso, una palabra, una mirada, un abrazo, el trémulo deslizar del tren se detiene y percibo el andén invadido de gente que espera la llegada y el partir y se abrazan y se besan. 
Por fin he llegado y en ese andén testigo mudo de abrazos, lagrimas, sonrisas, decepciones, recibimientos y despedidas, tengo, lo que anhelo, lo que aguardo, lo que espero, lo que sueño, lo que quiero, lo que amo y recuerdo que los que se quieren, no se olvidan, se esperan, se hablan, se escuchan, se entienden, se perdonan, se miran, se tocan, se miman, se cuidan, se abrazan, se besan y son muy felices.