domingo, 15 de febrero de 2015

CRISIS DE PARTIDOS



Estamos en los albores de un año electoral por excelencia. Los ciudadanos seremos convocados a las urnas en más de una ocasión y esto motiva tal barullo de encuestas, dimes y diretes que lejos de esclarecer, enturbia el pensamiento y la reflexión de muchos.
Seguimos, aunque algunos lo nieguen, inmersos en una crisis, de corrupción, de economía, de identidad, de trabajo, en la sanidad, en la… incluso en los propios partidos políticos aspirantes a ocupar los puestos de representación a los que son llamados en las venideras elecciones.
Los políticos parecen un tropel de gente intentando pasar por una puerta estrecha para alcanzar la calle. Ese empujar para pasar yo, es una lucha por el poder que incluso ejercitan también los que dicen que no quieren el poder sino servir a los ciudadanos, quienes prometen que no están en la política para enriquecerse.
Todos los que en la actualidad regentan la autoridad se transforman en censores de los otros, vilipendiándolos,  deshonrarlos, menospreciándolos, y se afanan en hacer aquello que durante el periodo de gobierno no han hecho e incluso, si es preciso, se cambiarán de partido como quien se cambia de chaqueta.
No percibo, en la política, la autocritica, solo percibo vanidad, la descalificación del oponente, la soberbia necesidad de cumplir una ambición para la que uno y otros se sienten dotados, de tal manera que no consideran que el rival, incluso el rival entre los suyos, pueda ser mejor o más conveniente.
Cuidado con los chaqueteros, oportunistas, falsos, traidores, renegados, prófugos, tránsfugas, deshonestos, aprovechados, apocalípticos… impuestos más por dedocracia que con democracia.

lunes, 9 de febrero de 2015

CON NIEVE Y CON GOYAS

Como es propio de estas fechas, el país está envuelto en una ola de frio que ha traído nevadas dejando blanqueados campos, cañadas, caminos, carreteras, u otras vías de comunicación. Ciudades, pueblos y aldeas se han cubierto con la alfombra blanca de la nieve mostrando y luciendo  un panorama poco frecuente, a la vez que ha causado dificultades en la vida cotidiana de lugareños.
Como es propio de estas fechas, pero con nieve, se ha celebrado la jornada de la entrega de los Premios Goya. En esta, la vigésimo novena edición, el filme de Alberto Rodríguez, “La isla mínima” ha alcanzado la victoria máxima con diez 'cabezones' , mientras que el malagueño Dani Rovira, presentador de la gala y que además logró su estatuilla al actor revelación en “Ocho apellidos vascos”, fue un perfecto anfitrión y estuvo “sembrao”.
Creo que es justo y cabe reseñar que “los Goya” han sido una muestra de la cultura y el talento que hay en este país. Un triunfo y un reconocimiento del cine andaluz, porque estuvieron llenos de cómicos, presentadores, homenajeados y ganadores de la  comunidad de Andalucía. Catorce han sido los premios con los que ha sido reconocido el cine andaluz, un cine andaluz con talento, un cine andaluz por fin, sin los clásicos típicos y tópicos que se han mostrado, en tantas ocasiones, en la gran pantalla.
Como es propio en este acto las reivindicaciones atuvieron patentes y en especial para reivindicar, una vez más, que se valore dignamente a la cultura, porque es la base del pueblo y no se puede someter a un IVA que impide el acceso a los más desfavorecidos, que cada día, a pesar de las proclamas de los gobernantes de turno, son mayor en número y en precariedad.
Recogiendo las palabras de un malagueño galardonado que decía, “Hoy comienza la segunda parte del partido de mi vida, espero y deseo que hoy comience la segunda parte del partido de la vida de todos aquellos que luchamos por una cultura para todos y al alcance de todos.
La "noche soñada" puso su broche de oro a un año de máximo esplendor para el cine español que dice cantando, “Resistiré” a pesar de las trabas impuestas por el actual Gobierno que parece inducirnos también a la precariedad de la cultura.