lunes, 25 de febrero de 2013

LOS ACONTECIMIENTOS VIVIDOS



Se han cumplido el primer lustro de mi blog y a pesar de que llevo setenta días sin escribir en él, no lo he olvidado. A lo largo de este tiempo, según las estadísticas, las 118 entradas que he escrito, han tenido 9.475 visitas y 11 comentarios. Nada destacable, son solo datos, si bien con los escritos trato de emular esas misivas que sin destinatario concreto llegan a quienes quieran leerlas.
Hoy, me gustaría, una vez más, saber escribir, saber expresar toda esa serie de ideas, de pensamientos, reflexiones, juicios que vienen a mi mente ante tantos acontecimientos vividos en estos últimos tiempos.
Acontecimientos que a nivel personal me hacen sentirme más satisfecho que decepcionarme, pero que a nivel social, me han indignado, frustrado, desencantado. Me han hecho sentir rabia e impotencia por tanta falta de ética, de moral, de responsabilidad, de sinceridad, de esas obligaciones y conductas de quienes son responsables de los pilares de la sociedad y que nos están abocando a una anomia social.
No se puede aceptar que la salud, la educación, la cultura, el trabajo, la justicia, la vivienda, la seguridad, la dignidad humana, no se hallan debidamente valorizados. Ha de prevalecer el valor del ser humano sobre lo material. No se puede acusar ni reprochar a quienes tienen la digna ambición de la superación, alegando que han vividos por encima de sus posibilidades. No se les pueden negar los derechos más básicos de asistencia sanitaria, vivienda, educación, cultura…es preciso rescatar a las personas antes que a los negocios de S.A. mal administrados y peor dirigidos.
Me he limitado a escribir pequeñas y esporádicas notas en el “Facebook” pero al igual que aquí sin comentarios, sin aprobaciones o contradicciones, pero bueno sigo pensando que “la democracia sólo es viable si se fundamenta en una adecuada y recta comprensión de lo que significa ser persona y lo que las personas son y han de ser”. Es necesario que el individuo este por encima de lo material y de los intereses de “algunos”