jueves, 15 de noviembre de 2012

UN ESCRITO DE RECUERDO



En mi artículo (post) “PAPEL ES VIEJOS, CADUCADOS” hago referencia a que otras notas, las he guardado y salvado de “la quema”, conservándolas en menor espacio y con la misma identidad y posibilidad de acceder a ellas, de leerlas y releerlas.
Este es el motivo por el que hoy transcribo lo que en su día,  (21/10/1998) recibí, con motivo de un sencillo acto motivado por la publicación de uno de mis libros. La autoría del escrito es de mi “mentor” José Mª Pallares, amigo incondicional, maestro de maestros y a quien tanto admiro y agradezco.
Dice así:

“Emilio, aunque sea en una hoja de examen, mi felicitación más sincera y emocionada por el nuevo libro o crédito y muchas, muchísimas gracias por el detalle, detallazo… Ha sido un momento que recordare siempre, al menos mientras que permanezcan vivas las neuronas de la memoria.
No sólo ha sido un momento de amistad, de fraternidad, de comunión, puede decirse que ha sido un momento de FP, de “los mejores años de nuestra vida”.
Si cuando empezamos a trabajar juntos, si en aquel entonces de “noches oscuras” en que nos parecía que tardase mucho en llegar el amanecer, te hubiesen dicho, que ibas a escribir muchos libros, que llegarías a ser una de los profesores-autores con mayor número de libros publicados, ¿te lo hubieses crido?.
Con toda sinceridad…no solo no te lo habrías creído, sino que habrías pensado que yo era un exagerado y que te supervaloraba.
Ahora resulta que ha sido evidente que ha sido así…y los logros, las “obras bien hechas” son prueba palpable de tus especiales cualidades…¡Tu vales mucho, Emilio! Y no sólo es tu éxito…lo es también de las muchas personas que siempre hemos creído en ti.
Un fuerte abrazo”.

Al margen, Carmen Arango, la gran e incondicional compañera, colega y amiga con la que he trabajado codo con codo en tantas y tantas ocasiones, escribió:

“Como a “Tecnólogo” no sé que más decir. De verdad, ha sido un detalle muy emotivo el que pensaras en mi, Sinceramente, muchas gracias Emilio y muchas felicidades”.
 
Escrito, carta, artículo, nota, recuerdo, evocación…guardada, leída, releida…

viernes, 9 de noviembre de 2012

PAPELES VIEJOS, CADUCADOS…

Dentro de unos días, posiblemente el 12/12/2012 finalizare mi vida laboral, dedicada en gran parte (35 años) a la enseñanza. Años durante los que he ido elaborando y haciendo acopio de apuntes, notas, escritos, dibujos, recortes de prensa y un largo etc. de material que me ha sido, a lo largo de estos años, de gran utilidad o de irrelevante e incluso, nulo uso.
Llevo ya tiempo que todo este servible o inservible material, por traslados, por carencia de espacio u otras razones o sin razones, lo voy "revisando", lo que equivale a decir, que después de desempolvarlo, leerlo, ojearlo y clasificarlo he ido desasiéndome de él.
Unas veces he recurrido a la forma fácil o habitual, depositándolo, tal cual, en unas reutilizadas bolsas de plástico que he ido llenando al máximo y que casi a punto de romperse, he depositado en el contenedor callejero para el papel.
Otras, después de leer y releer su contenido una y otra vez, de auto convencerme de que son cosas más o menos personales, más o menos evocaciones de un pasado, más o menos sentimentales, más o menos útiles a otros, más o menos ya caducas y que según una mayoría de los nuevos, los modernos, los actualizados, los reciclados enseñante o docentes, “hoy ya no valen”. Sin ningún fundamento me siento receloso, de que su contenido pudiera ser leído, utilizado por terceros o alguien se adjudicase su autoría, y por eso he ido despedazado las hojas a tiras, rompiéndolas en mil pedazos grandes o minúsculos, llenando las bolsas reutilizadas de plástico para luego, arrojarlas en el contenedor callejero para el papel pero con la precaución previa de que a la vez que los tiro, los esparzo por el contenedor para prevenir, la posible composición de lo escrito como si de un puzle se tratara. Absurda idea e inútil esfuerzo, pero así soy yo.
Otros apuntes, notas, escritos, dibujos, recortes de prensa, los menos, los he guardado y salvado de “la quema”, de los finales descritos y haciendo uso de las tecnologías actuales, los conservo en menor espacio y con la misma identidad y posibilidad de acceder a ellos, de leerlos y releerlos, rememorando un tiempo pasado y una profesión, ocupación, trabajo, quehacer o dedicación que a nivel humano y personal me ha aportado mucho de bueno, lo que tal vez en su día, cuando me inicié en la labor docente, no podía imaginar.