jueves, 18 de marzo de 2021

PASAR PAGINA


en esta segunda semana de marzo puedo decir que he pasado pagina, o mejor dicho siento que he pasado pagina de una etapa de mi vida un tanto preocupante como fue el tener un ictus y estar sometido a una intervención quirúrgica para ponerme cuatro baipás.

Yo suelo decir que esto de pasar página está muy bien pero que lo más importante es haber leído y a ser posible aprendido de memoria las paginas anteriores. O como leía una vez, si no eres capaz de pasar página, cambia de libro .

Yo digo que he pasado pagina , porque he podido ir al hospital de jerez donde hice la rehabilitación física y cardiaca y agradecer a aquellas personas todo lo que hicieron por mi para que recuperarse la esperanza y la alegría de vivir. Cuando me vi postrado durante tantos días en la cama, sentí que me faltaba la esperanza y la alegría de vivir a pesar de que tuve siempre personas muy allegadas que me animaron a seguir adelante y el simple hecho de ver como ellas estaban pendientes de mi me estimulaba cada día a seguir superándome. Siempre que he escrito sobre este particular he omitido nombrar a las personas que han estado ahí batallando conmigo, fueron más de 90 días de hospital y eso no es fácil de olvidar ni de agradecer simplemente con palabras.

En el hospital he podido saludar y darle las gracias una vez más  a


Olga de Diego Peana la fisioterapeuta que me ayudo a que las manos pudiesen volver a identificar los objetos, mientras daba torpes pasos, m´s arrastrando los pies que levantándolos.

También he saludado al

Dr. JUAN MANUEL LACAL PEÑA,  a la Fisioterapeuta María Benítez

y he lamentado no poder ver a Francisco Garrido, enfermero todos ellos al frente de la unidad de rehabilitación cardiaca del hospital de jerez y que como he hecho constar en el libro

El joven pescador Lucas y el laúd Natare que les he regalado, ellos me ayudaron a recuperar la esperanza y la alegría de vivir

El jueves día 11 de marzo he ido al hospital Juan Grande de jerez de la orden hospitalaria de San juan de Díos  y allí he saludado a Javier, Román Morón, el pfhioterapauta que me ayudo a dejar la silla de ruedas y a caminar sin ayuda  ninguna, Javier es para mi un gran profesional y un perfecto compañero de enfermedad, recuerdo que nada más verme me supo animar a que caminase y me esforzara en hacerlo sin ninguna ayuda También he saludado al resto del personal que conocía  y  la vez que he recordado los muchos días que he ido allí para hacer rehabilitación, me he alegrado de poder volver sin ninguna secuela y poderle agradecer todo cuanto por mi han hecho, no he podido ver a Paco que tantas veces me puso el ten  Tens o equipos de electroterapia de baja frecuencia que utilizan la técnica de estimulación nerviosa transcutanea para el tratamiento del dolor.

Escribo todo esto  porque Estoy dispuesto a escribir nuevos capítulos de mi vida y así dejar cerrados los anteriores.

Cerrarlos con el agradecimiento de todas las personas que menciono y a las que inconscientemente he omitido, a todos muchas gracias.