martes, 20 de enero de 2009

YO TENGO UN SUEÑO…

Si a los días se les pudiese poner un nombre, yo al día de hoy 20 de enero de 2009 le pondría el nombre de “EL DÍA DE LA ESPERANZA” o quizás sea "EL DÍA DE LOS SUEÑOS".
Hoy, en el mismo lugar, la escalinata del monumento a Abraham Lincoln en Washington, donde el 28 de agosto de 1963 Martin Luther King ofreció su popular discurso “
Yo tengo un sueño”, cuando en los Estados Unidos sean las doce del día el 44 presidente de esa nación jurara su cargo. Creo que este día marca un punto de inflexión en la historia de Estados Unidos y posiblemente en la historia de la humanidad. Barack Obama que se proclamo ya el 4 de noviembre de 2008 en el presidente electo, hoy, se ha convertido en el primer presidente negro (mejor de color) del país norteamericano.
Después de la nefasta y caótica política de la administración Bush y sus aliados, el cambio que impulsa Obama hace resurgir para muchos más esperanza que escepticismo, temor e indiferencia. Obama hace pensar en unas expectativas de esperanza, de cambio, en un momento de profunda crisis y recesión económica mundial. Expectativas de cambio en la política internacional estadounidense lo que puede suponer un cambio en las políticas mundiales haciendo que estas sean menos desalmadas, mas humanitarias, menos beligerante y mucho más dialogante.
La descendencia keniata y el color del nuevo presidente es evidente que tiene una gran relevancia para las diferentes comunidades que conviven en los Estados Unidos y en especial para la afroamericana. Nuevamente aparece un líder que entusiasma, anima, promete y empuja para trabajar por un mundo mejor, más justo y más libre. Opino que es el artífice, el forjador, el impulsor del sueño de Martin Luther King.
Hombre con una historia de constancia y superación, de oratoria inteligible y cercana, transmite esperanza en sus palabras a la vez que muestra confianza en su pueblo al que exhorta con sus mensajes, lo que puede ayudarle a hacer realidad sus promesas.
Hacia tiempo que sentía molesta la arrogancia, la presunción, la omnipotencia, la superioridad, la influencia de la nación norteamericana, hoy, yo también he sentido la necesidad de tener más esperanza en que la paz, la libertad y la justicia son posibles en nuestra sociedad, creo que ha llegado la hora de quitarnos los zapatos de los días de fiesta y calzarnos, las bambas, los deportivos, los tenis, los botines, los … y ponernos a caminar, a trabajar con esperanza y confianza en que un mundo mejor es posible, de que es posible incluso que el terrorismo desaparezca de nuestro pueblo, de que es posible respetar las creencias e ideales de todos y de que es posible que sean garantizados los derechos inalienables de "Vida, Libertad y la búsqueda de la Felicidad".

viernes, 16 de enero de 2009

EL PUEBLO DE MI INFANCIA Y ADOLESCENCIA

En homenaje a Salomó, el pueblo donde transcurrió parte de mi infancia y mi adolescencia.
Inscrito entre montañas, cual si de regular figura geométrica se tratara, mi pueblo se haya asentado en un valle al que se accede por sinuosa y estrecha carretera de gris asfalto.
Las lomas y cerros, que lo cobijan y protegen, son las atalayas que permiten cotejar, por poniente, los campos de vides y almendros y, por oriente, el azul y amplio mar Mediterráneo.
En la carretera de entrada al pueblo, convertida en paseo, frondosos plataneros, verdes en primavera y casi ocres en otoño, son los centinelas perennes y silenciosos de todos sus transeúntes.
Pararse a contemplar sus callejas, formadas por casas labriegas de fachadas encaladas que brillan a la luz del sol y de la luna, es un placer para el viajero, que graba en sus pupilas miles de fugaces imágenes que la cámara fotográfica no puede llegar a captar con total fidelidad.
Sus calles tienen penetrante olor a primavera, que irradian los jazmines, geranios, albahaca o damas de noche que desde las ventanas, engalanan las fachadas en cualquier época del año.
En la plaza mayor del pueblo está ubicada la iglesia. A esta plaza confluyen la mayoría de calles convirtiéndola en lugar de transito y encuentro cotidiano de los lugareños que miran de reojo y con cierta curiosidad a los visitantes.
Los campos de cultivo son generalmente de vid y olivos y sólo cerca de los pozos hay pequeñas parcelas de huerto. A ellos se accede por reconditos y escabrosos caminos de riscos y arcilla que se pierden tras las montañas que abrazan el pueblo.
Una visita al lugar, a principios de septiembre, permite gozar del ajetreo y bullicio que conlleva la vendimia. El olor de primavera en sus calles se mezcla con el penetrante olor del mosto, el azufre y la incipiente fermentación. Los lagares, toneles y barricas ya limpios, están dispuestos para transformar el fruto de la vid y del trabajo del hombre en dorados vinos.
Visitante, en las frías tardes de invierno mientras te alejas del pueblo, echa tu vista atrás para contemplar a vista de pájaro el serpentear del humo que desde las chimeneas de las casas huye hacia el plomizo cielo del atardecer, llevándose hasta el infinito el calor de los hogares y las miles de historias de cada una de las casas al igual que tú te llevas guardado el recuerdo de una visita a un pueblo que duerme arropado entre montañas a la espera del nuevo amanecer.

RETRATO
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

(Antonio Machado, 1906)

viernes, 9 de enero de 2009

DESPUÉS DE…

Hoy, 8 de enero de 2009, me atrevo a afirmar que nuestro país ha recuperado, a pesar de las adversas condiciones climatologiítas, su ritmo normal después de las renombradas fiestas de Navidad y Año Nuevo. Hoy las escuelas han vuelto a abrir sus puertas, a iniciar un nuevo periodo del curso, a acoger nuevamente a los estudiantes que llegan llenos de historias vividas en estos días de descanso y de nuevas buenas intenciones.
Esos niños han dejado de ser los protagonistas de la mágica Noche de Reyes, el resto de los mortales también incorporados a nuestra labor cotidiana recordamos al igual que los niños los momentos vividos e intentando despojarnos de todo lo viejo de estos pasados días de abusos en todo: comida excesiva, nerviosismo excesivo, ajetreo excesivo, gastos excesivos, expectación excesiva de sus majestades los Reyes Magos que vinieron, un año más, con una excesiva carga de nuevos regalos de los que desgarramos con impaciencia, anhelo, nerviosismo e intranquilidad el delicado papel del envoltorio fijado con cinta adhesiva transparente y adornado con lazos o pampones de colores.
Por unos momentos hemos sido reyes, niños y creadores de ilusión, impaciencia, esperanza, pero ya hemos olvidado los brindis, la copa caída sobre el mantel que inundo la mesa mientras algunos gritaban ¡alegría, alegría!, y otros se afanaban para que el espumoso liquido no llegase al suelo. Ya no recordamos nuestros buenos propósitos mientras sonaban las campanas anunciando el nuevo año y nos atragantábamos una vez más con las uvas de la “suerte”.
Ajenos, escépticos, indiferentes, sorprendidos hemos vuelto a oír hablar de guerra, de muertes, de opresión, de genocidio, de calificar como “terroristas” a quienes defienden la invasión (desde 1967) de su país, de su región, Gaza, mientras que con una respuesta más que excesiva en una renovada demostración de fuerza y crueldad, los que bombardean a civiles amparándose en la oscuridad de la noche comos los cobardes o llaman “daños colaterales” al bombardeo de dos escuelas donde mueren también niños, no son apodados terroristas a pesar de haber truncado impunemente vidas, ilusiones y esperanzas de padres y niños que no tuvieron como regalo en su Noche de Reyes Magos lo que tanto desean y muchos deseamos también para ellos y para todos, LA PAZ.
Pienso y constato que nada ha cambiado, un ex presidente de este país, de pelo negro y bigote blanco, vuelve a decir sandeces, vuelve el paro, vuelven las rebajas, vuelven los anuncios de cosméticos, vuelve el futbol, vuelve la palabra crisis. Perdón constato algo nuevo, el almanaque que cuelga en la pared de mi habitación, es nuevo y vuelve a mostrarme el mes de enero.