martes, 16 de septiembre de 2008

PARA TODOS MIS AMIGOS

Hoy, por fin, he podido charlar con mi amigo. Es una de esas personas que la vida puso frente a mi en la etapa de mi vida en que yo empezaba a descubrir un mundo algo ajeno al que había vivido en un internado y envuelto por la multitud de la gran ciudad de Barcelona. Había empezado a caminar por la vida, por el mundo laboral, por el mundo del ocio y la diversión, de los bailes, de los guateques, de las reivindicaciones sociales y políticas. En resumen por un mundo nuevo, entonces mis inquietudes, mis ideales, mis creencias, todo mi cuerpo me llevo a un centro sociocultural de aquella época, quizás hoy se llamaría centro cívico. Allí conocí a muchas personas con las que compartí pocos años de mi vida pero muy intensos y entre aquel gran grupo de gente hoy después de más de cuarenta años aun conservo la amistad de él, de mi amigo y él nuevamente ha sabido poner palabras de animo, de paz, de tranquilidad, de coraje ante estos días agrio-dulces que vivo. Sinceramente tengo más amigos pero este es especial, por muchas cosas que no es preciso que las manifieste, quizás la más importante es porque siempre que lo he necesitado o viceversa, nos hemos encontrado, sin reproches, sin egoísmos, eso si, con una gran sonrisa por vernos. Por él y por todos los que sois mis amigos transcribo unas palabras escritas que conservo de un fragmento de una carta que recibí de un amigo, cuando cumplía con el obligatorio, servicio militar. Desconozco su autor, Internet permite encontrar muchas cosas y he encontrado lo que expongo, firmado por P. José Luis Ullán Martín, S.J. Salamanca. Marzo 1988, puedo asegurar que yo lo recibí casi veinte años antes de 1988.
¿QUÉ ES UN AMIGO?
¿Qué es un amigo? Yo te lo diré. Es una persona con quien te atreves a ser tú mismo. El no quiere que seas mejor o peor. Cuando tú estás con él te sientes como si fueras un prisionero que acaba de ser declarado inocente. No tienes que estar tenso. Puedes decir lo que piensas, mientras seas realmente tú. Él comprende esas contradicciones en tu naturaleza, que lleva a otros a juzgarte mal. Con él respiras libremente. Puedes dejar salir tus pequeñas vanidades y envidias, odios y chispas malévolas, tus maldades y absurdos y, al mostrárselas a él, se pierden, al disolverse en el blanco océano de su lealtad. Él comprende. No tienes que tener cuidado. Puedes abusar de él, olvidarlo, tolerarlo. Lo mejor de todo es que puedes estar callado con él. No importa. Él te quiere. Él es como el fuego que quema los huesos. El comprende. Tú puedes llorar con él, reír con él, rezar con él. A través de todo él te ve, te conoce y te ama. ¿Un amigo? ¿Qué es un amigo? sólo uno, repito, con el que te atreves a ser tú mismo.



Yo, tu amigo, vuestro amigo no os olvida

viernes, 5 de septiembre de 2008

SI TE DEJAN PENSAR …

Si te dejan pensar, si puedes pensar, si tu pensamiento aún es libre, te invito a leer, a recordar:

Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, y yo no los defendí, porque yo no era comunista.


Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, y yo no los defendí, porque yo no era socialdemócrata.

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, ni los defendí porque yo no era sindicalista.

Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, y yo no los defendí porque yo no era judío.

Finalmente vinieron a por mí, y para entonces, ya no quedaba nadie para defenderme.

(Rev. Martin Niemoller, 1945)

“Non se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de pasar
por tal manera”.

(J. Manrique)

EL PASO DEL TIEMPO

El tiempo, los años, los días, las horas van pasando en nuestra vida y a veces no lo percibimos, no somos conscientes del paso del tiempo hasta que un hecho puntual nos hace caer en la cuenta de que ha transcurrido un tiempo de nuestra vida y podríamos aplicarnos lo que dice el cantautor ( J.M. Serrat) en su canción "mi padre se hice viejo sin mirarse al espejo".
Hoy me siento así, echo la vista atrás y constato que ha pasado mucho tiempo de mi vida, que este transcurrir por el camino de la vida, me lleva a una nueva situación de mi vida, que como mueva me hace sentir esperanza y a la vez temor, pero que a pesar de la dualidad de sentimientos, tal vez, contrapuestos siento que impera en mi el positivismo, el deseo de la nueva reorganización de mis tareas diarias, de mi nueva ubicación, de nuevas actividades y creo que sin duda lo que me da esperanza, fuerza, animo… es el poder compartir mi vida con quien la comparto, esa persona que me tiende la mano cada día y que en su momento me invito a mirar cada amanecer hacia el cielo y verlo azul, constatar que a pesar de que la luna acompañada de su manto de estrellas ha desaparecido, el sol vuelve a iluminar el día, el camino, la vida.
No puedo por menos que mencionar como artífices e impulsores de mi cambio a mis hijos. Ellos también han crecido, ellos estando lejos los siento cerca, codo con codo, me hacen sentir cada día más su proximidad, su generosidad, su crecimiento humano, su cariño.
Por todo esto y muchas más cosas que omito sigo mirando de frente el camino con la esperanza de que sabré caminar por él a pesar de los escollos, polvo o barro, recovecos, subidas, bajadas, barrancos... que lo configuren.