domingo, 24 de marzo de 2013

NUEVAMENTE LA SEMANA SANTA



Según la historia, en el concilio de Nicea (año 325) se establecieron las primeras normas para la celebración de la pascua de Resurrección y en el año 525, Dionisio el Exiguo  unificó el cálculo de la pascua cristiana, estableciendo que la Pascua de Resurrección es el domingo inmediatamente posterior a la primera luna llena astronómica tras el equinoccio de primavera. Por ello, la Semana Santa puede acontecer, no antes del 22 de marzo y el 25 de abril como muy tarde.
Este año, como otros muchos, para muchas personas de norte a sur y a lo largo y ancho del país, estas fechas indican época de vacaciones y fin de semana largo, pero para otras, la Semana Santa tiene un significado aun mayor y profundo.
Este año, como otros muchos, la lluvia frustrará ilusiones de los cofrades, de las cofradías más o menos conocidas o populares y nuevamente nos permitirá  percibir el olor a tierra mojada, fundido con el de la incipiente primavera, con el del azahar, con el de la cera y el del incienso.
Este año, como otros muchos, el tibio sol bañará las cálidas tardes perfumada de primavera y amenazadas de lluvia, mientras una heterogénea o precisa, festiva o silenciosa, piadosa o pérfida, creyente o agnóstica muchedumbre contemplará las más variopintas procesiones de unos y otros  lugares de nuestra geografía.
Este año, como otros muchos, el Viernes de Dolores han procesionado los primeros pasos de hermandades de penitencia precedidas de la Cruz de guía a la que siguen  nazarenos en fila, han discurrido por calles y plazas  que se convierte en una simbiosis de religiosidad y bullicio, de tradición y actualidad, de pasado y presente marcando así el inicio de este tiempo.
Este año, como otros muchos, se loaran la Semana Santa que apenas sale en la tele. La de los pueblos pequeños, las cofradías humildes, las imágenes que se conocen poco. Porque todas tienen algo que las hace especiales para merecer un hueco en el corazón de sus fieles. Son las cofradías  pequeñas y las humildes, pero las grandes para sus fieles cuyo trabajo, esfuerzo, abnegación y devoción, merecen la misma gloria que tienen las más reconocidas y populares.
Este año, y no como otros muchos, con sus pros y sus contras e inmersos en una gran incertidumbre laboral y social, nuevamente vuelve la Semana Santa.

martes, 19 de marzo de 2013

HABEMUS PAPAM

Es innegable que la elección de un Papa es un hecho de gran importancia, relevante, mediático. Nunca tantos medios y sistemas de comunicación se han hecho eco segundo a segundo de todo lo acontecido al respecto hasta que, el pasado 13 de marzo de 2013, el cardenal Bergoglio fue elegido sucesor de Benedicto XVI a las 19:06 h. del segundo día del cónclave, en la quinta ronda de votaciones.
La popular señal de “fumata blanca” daba la noticia y poco después se oía el “HABEMUS PAPAM”. Los 115 cardenales electores habían llegado a la conclusión de que Jorge Mario Bergoglio sea el sucesor de Benedicto XVI quien, seguramente, seguía con expectación tan importante evento.
Sin duda es el primero en varios aspectos, como ser elegido en vida de su antecesor, el primer Papa jesuita de la historia de la Iglesia Católica, y el primero hispanoamericano. Además, es el tercer Pontífice no italiano. Según las primeras impresiones rompe clichés de imagen, sus formas y protocolos, no están cargadas del “misticismo” que muestran muchos jerarcas de la iglesia y sus primeras palabras han sido de humildad y con la intencionalidad de que la Iglesia sea de los pobres, de los y para los que Cristo evangelizó.
El nuevo Pontífice de sonrisa afable, no está adornado de sotana filetata, de zapatos púrpura, de crucifijo pectoral de oro, su anillo papal no impone, estrecha enérgicamente la mano, no como esos clérigos que ofrecen la diestra blanda y huidiza al interlocutor. Se le ve exultante, cordial, cercano, dialogante, afable, amable, amigo, lo que le convierte en el Papa esperado parece un Papa atípico. Se le nota que lo sabe, que lo vive, que lo siente y que quiere aprovechar el tirón para desterrar a los apatronados vaticanistas y descartar las magnas y pomposas celebraciones romanas largas, pesadas y cargadas de símbolos y poco cercanas al pueblo.
Es el Papa de la esperanza, de la renovación, del anuncio amable y valiente del Evangelio. Si no es así, si la iglesia no se renueva, no se actualiza, se limita a condenar y no a luchar para que el ser humano este por encima del poder y ambiciones de unos cuantos se ha perdido la partida.
La iglesia ha de trabajar para erradicar, la esclavitud, la marginalidad, la opresión, el avasallamiento, la indignidad humana, las injusticias sociales. La Iglesia del siglo XXI ha de ser la esperanza de todos y para todos.
Si al Papa Francisco, no le dejan ejercer el ministerio conforme al Evangelio de Jesucristo, el ultimo que cierre la puerta y apague la luz.

martes, 12 de marzo de 2013

LECCION DE AMISTAD Y GRATITUD



Se cumplen ya tres meses de mi jubilación, nada que reseñar, nada nuevo, a excepción de la gran importancia que representa para mí el poder compartir más intensamente mi vida de pareja, de familia, de compañía, de acompañamiento de plenitud, de vivir sin prisas, sin inquietudes, de compartir todas esas pequeñas o grandes cosas que tienen valor en la pareja,  y reafirmando cotidianamente una buena comunicación, empatía, respeto y confianza mutua. Reafirmación cotidiana en el amor.
Poco a poco se han ido acallando aquellos gratos recuerdos del día del adiós (12-12-12) pero aun me sigo planteándome si he de dejar escrito en este lugar las palabras que aquel día manifesté y que eran las que sentía y siento como agradecimiento a todos los que directamente o indirectamente me han ayudado a lo largo de todos mis años de vida laboral. Hoy he decidido publicarlo, eso si, en dos partes, es largo y no sé como recortarlo, lo siento, no se abreviar.

LECCION DE AMISTAD Y GRATITUD
Como todos sabéis no soy un erudito de la palabra y menos en momentos como este en que me invade la emoción, en que la garganta se me seca, se me empasta la lengua y me es difícil articular palabras. Momento en que fluyen las palabras a mi mente más rápidas de lo que mi voz es capaz de transmitirlas mientras leo.  Momento de una duplicidad de sentimientos que se contradicen. Por una parte está el sentimiento grato del final de una vida laboral y por otra, el más fuerte y menos grato, que es, el dejar este lugar que para mí ha sido el forjador de una gran parte de mi vida.
Dicen los entendidos que la música, la canción, la poesía, nace de la necesidad que tiene el ser humano de de manifestar sus sentimientos más profundos, estas formas de manifestación afloran cuando faltan las palabras, pero yo a pesar de que quiero hablaros de mis sentimientos más profundos en este día,  no voy a cantar, lo hago mal y lo que quiero comunicar creo que sabré expresarlo incluso con el silencio, sin evitar las referencias a manifestaciones de estos géneros.
Hoy para mí es un día grande porque me habéis permitido ser partícipe de una gran lección, la lección de la amistad y del agradecimiento y que mejor que en este recinto, en la escuela, asistir a una lección que infaustamente se imparte en muy pocos momentos. La escuela hoy no habla de sentimientos, la escuela hoy, se empecina en transmitir unos conceptos que son caducos en el tiempo bajo las programaciones arbitrarias de los gestores de turno, que no doctos en la materia.  La escuela ha de transmitir valores como la amistad, la gratitud o el esfuerzo que son los que abren, junto con otros, el paso por el camino de la vida.

LECCION DE AMISTAD Y GRATITUD (continuación)



Quiero deciros que hace mucho tiempo que empecé a escribir estas palabras, quizás tanto como los 35 años que he dedicado a esta profesión junto a vosotros, ya que junto con mi familia intima, que siempre me ha apoyado y orientado, sois vosotros los artífices de que hoy, lleno de agradecimiento, esté en esta lección de amistad y de gratitud.
Sinceramente, gracias, gracias por tantas y tantas cosas recibidas, a tantos y tantos compañeros y alumnos de los que he aprendido mucho de lo que hoy sé, y soy ¡COMPAÑEROS DEL ALMA COMPAÑEROS! ausentes y presentes que con ejemplo, esfuerzo, saber, constancia, generosidad, amistad, y un sin fin de cualidades me he sentido alentado en tantos y tantos momentos de esta vida que he dedicado a “ayudar a aprender”. Gracias a los que habéis hecho camino y dejado huellas  que me han permitido pisarlas para no salirme del sendero, para no desviarme demasiado de la vereda a pesar de las dificultades que conlleva, en el día a día, el mundo de la enseñanza cuando, como vosotros, uno se siente comprometido.
Gracias a los cientos de alumnos que me han ayudado a saber enseñarles lo necesario para seguir caminando  con la esperanza que transmite la juventud, con la esperanza que da el vivir, con la ilusión por el futuro, con alegría, con confianza, con amor, con fe.
Amigos, compañeros, os pido perdón por aquello que de mí os haya podido molestar, nunca he tenido intención de incomodaros ni tan siquiera con mis chistes malos.
Si podéis, os pido que guardéis, en un rinconcillo  de vuestro corazón y de vuestra mente, los hechos de tantas y tantas personas que como yo un día llegaron, laboraron y se fueron. De algunas, sus nombres figuran en dependencias de la escuela, de otras no, pero igualmente ayudaron y colaboraron en función de sus cualidades y capacidades a que la escuela permanezca siendo aquello que tantos y tantos deseamos que sea.
Me marcho feliz y agradecido con la confianza de haber destinado bien mis talentos y decir con humildad “Señor, me entregaste unos talentos; he aquí, he ganado otros tantos talentos”.

Nunca pensé que llegaría
Nunca creí en ese momento
Te cambia la vida
Sin que tengas nada para seguirla...
Te cambia y no piensas
En lo que te olvidas

Y te despiertas un buen día
Lo ves todo al revés
Miras atrás ves tu camino
El que hicieron tus pies..

Gracias por escucharme, por todo lo que me llevo de vosotros, no dejéis de ser felices, y recordar, que a todos os quiero mucho porque como dice Phil Bosmans
“Cuando se acompaña a la gente en el camino de la vida cuesta abajo o cuesta arriba en una senda derecha o torcida, nacen en ese camino palabras como flores, y uno trae esas palabras consigo y se las lleva a casa y se quedan a vivir en el corazón."
BARCELONA 12-12-2012

lunes, 11 de marzo de 2013

UN DIA DE LLUVIA



Es un día de los muchos del año, concretamente martes, cuando el despertador ha roto mi sueño notificándome el nuevo día a la vez que he percibido el suave ruido de la lluvia sobre los cristales de la ventana. Las pequeñas, pero constantes gotas de agua durante la noche, se han ido adhiriendo al cristal, resbalando por él, dejándolo con una suave transparencia y mojando el alfeizar.
Ha sido al levantarme y abrir la ventana cuando he pensado, constatado, vivido y sentido la maravillosa sensación de ver llover. Desde mi ventana he visto las flores del patio y los arboles de la calle con sus hojas, ramas y tallos humedecidos y he sentido ese olor característico de los días de lluvia. Las flores, han amanecido tapizadas de gotas de agua que durante la noche suavemente se han ido posando en los pétalos y cubriendo las corolas. He percibido olor a tierra mojada.
El cielo azul y las nubes blancas y esponjosas de otros amaneceres estaban escondidos tras un manto gris, como la ceniza, que mostraba alargadas rendijas que dejaban, por momentos, ver unas inapreciables exhalaciones de sol invernal.
Los gorriones, libres de jaulas, revolotean y saltan de rama en rama, de árbol a árbol, sacuden su plumaje para aliviarse el agua que soportan en sus plumas y parece que quieren formar parte de mis sensaciones matinales, de mis incipientes pensamientos del día mientras veo llover y constato este encuentro efímero con la naturaleza, con este fenómeno atmosférico, de tipo acuático con el que en los últimos días estamos viviendo casi a diario.  
Cierro la ventana y pienso en escribir lo que ha sido algo más que un simple amanecer, algo más que un simple ver llover, algo más un nuevo día de lluvia sobre los eriales y ejidos campos y sobre los campos donde empieza a brota el trigo.
Fuera, en la calle, se empieza a sentir el ruido, el susurro, la barbulla del pueblo que se despereza con la melodía que entonan las gotas de agua sobre el empedrado de las calles.
Y la solemne calma de estas divinas horas matutinas, se ve rota por el sonido metálico de un vehículo cuyas ruedas chapotean sobre los charcos de la calle lo que me hace volver a la realidad de que el día empieza, de que el pueblo se levanta, de que las farolas se apagan a pesar de que sigue lloviendo.

lunes, 4 de marzo de 2013

VUELO CON DESTINO A…




Cuando mi pensamiento está anclado en los gratos recuerdos de los días felices pasados en Sevilla, el avión ha empezado a moverse lentamente, y como siempre ha enfilado el rumbo hacia la pista de despegue en la que apenas sin percibirlo ha ido aumentando la velocidad y el ruido dentro del habitáculo supera los decibelios que mi oído está habituado a percibir.
Constato desde mi lugar preferido (la ventanilla) como aumenta la distancia entre la aeronave y el suelo. Reparo en el paisaje que veo a vista de pájaros. Mi percepción de las cosas se convierte en un ejercicio de agudeza visual que me permite avistar pueblos, casas, llanuras, cerros y montañas por los que cruzan caminos, trochas, veredas, senderos, carreteras secundarias y principales en las que los coches parecen moverse lentamente, donde las salidas e incorporaciones a otras vías, a veces son muy directas y otras están trazadas con cuidadosas geometrías circulares.
Poco a poco nos hemos ido incrustando en un cielo gris plomizo flanqueado por claros de intenso azul, de ese azul propio de las tierras del sur, de Sevilla. ¿Por qué no hay un azul Sevilla? Al igual que  existe un rojo Burdeos, un verde oliva, un amarillo pajizo o un negro azabache. Si, ya sé que hay azul eléctrico, marino, ultramar, celeste, claro, turquesa incluso añil, pero no es lo mismo. El azul de Sevilla es diferente, Sevilla tiene un color especial, que para mí es indescriptible, como inexpresable me resulta detallar ese blanco de los pueblos encalados que tanto brillan y lucen cuando lo fustiga el sol de las tardes estivales.
Mientras espero la arribada al destino contemplo, desde la minúscula ventanilla, como cae la tarde, como el horizonte se colorea con los tonos del crepúsculo vespertino, como debajo, en la lontananza se vislumbran pequeñas y diminutas lucecillas a veces aisladas, otras agrupadas formando las más variadas , caprichosas y diversas siluetas de la calles, de las plazas de ciudades, pueblos aldeas o lugares que se despiertan a la luz de la noche mientras el cielo oscurece y por la megafonía se anuncia que dentro de media hora llegaremos al lugar de destino donde el cielo está despejado y la temperatura es de doce grados. La propia para este día segundo del mes de marzo de 2013.