miércoles, 13 de septiembre de 2017

DIADA DE 2017

La “Diada de 2017” será inolvidable, como otras muchas, pero a mi parecer, por varios motivos que vale la pena mencionar, ya que su notabilidad, bajo mi punto de vista, no es relativa.
Una Diada que se ha celebrado sin pensar ni recapacitar que al margen de las recomendaciones de los letrados del Parlament, a la Presidenta Forcadell y a la Mesa del Parlament, alertando de que la ley del referéndum y tramitación de las leyes de ruptura choca con las advertencias del Tribunal Constitucional (TC) y reprocharan la utilización del artículo 81.3 del reglamento para aprobarlas, Junts pel Sí y la CUP lograron su aprobación, con la que organizarán la consulta del día 1 de octubre, pero lo hicieron saltándose todos los trámites parlamentarios que establece la propia cámara catalana. Es decir, el referéndum del 1-O se llevará a cabo, saltándose la legalidad, sin ningunas garantías democráticas y coartando los derechos de los ciudadanos de Catalunya y con este “panorama” de fondo se toma como lema en la Diada todo lo referente al referéndum y al independentismo.
Me parece negativa esta Diada porque perdió su característica de fiesta nacional de Catalunya, capaz de proteger, de acoger, de aceptar a ciudadanos de ideologías distintas a las del SI. Cierto que nadie les excluyó ni les impidió participar pero hay gestos, señales, formas, montajes, “merchandising” y maneras que inducen a evitar la participación por falta de garantías de libertad o por miedo.
Una Diada excluyente y exclusiva de ciudadanos independentistas que en más de un millón, todo un éxito, acudieron con sus símbolos propios y apoyando incondicionalmente  la proclamación unilateral e inmediata de una república catalana.
En la Diada de 2017, de forma evidente, quedó bastante claro que a esta fiesta no se acudía convocado por la bandera nacional de Catalunya, la “senyera”, como en otras muchas ocasiones similares. La “estelada”, enseña independentista, tuvo relevancia y presencia abrumadora lo que induce a pensar en el significado exclusivo y excluyente del acto.
La jornada fue festiva y tranquila. Algo que hay que agradecer a los independentistas, que hábilmente y aleccionados por los acontecimientos de otros años, supieron evitar enfrentamientos relevantes y solo pequeñas escaramuzas, como la quema de alguna bandera, propias de radicales incontrolados, tuvieron escasa mención. Fue tranquila y festiva también gracias a los que no independentistas, que optaron,  inteligente, pacíficamente y con “seny” (cordura), quedase en casa aunque eso significara privarse de una fiesta que debería haber sido también suya y dejar en el cajón su propia “senyera”. Seguramente pensando que llegaran otros tiempos y otros años para envolverse en su “senyera” y unirse a los festejos que son de todos los catalanes.
La gran asistencia de personas a la Diada de 2017 ha de hacer reflexionar a muchos gobernantes porque: LA CALLE NO PUEDE SER DESOÍDA SIEMPRE, PERO LA CALLE NO PUEDE DICTAR NI IMPONER LA LEY

sábado, 9 de septiembre de 2017

LOS OTROS CATALANES

El pasado viernes, 4 de agosto del 2017, el Periódico de Cataluña publicaba en su sección “La aportación de los lectores” bajo la pregunta ¿Qué opinas del 1-O?, la opinión escrita por Enrique Llaudet (Barcelona) con el título de “LOS OTROS CATALANES” y que algunos califican como “el manifiesto antiseparatismo que circula por la red”. Después de leerla, me permito transcribirla íntegra por si con ello colaboro a transmitir el sentir de un amplio espectro de la ciudadanía catalana o de quienes han hecho de Catalunya su lugar de vida cotidiana. Personalmente después de haber vivido en Catalunya más de medio siglo, me siento más identificado con el sentimiento que se transmite en este escrito que con otro sentimientos y opiniones que respeto pero que no comparto.
Dice así:

“Somos los otros catalanes: los que cuando vamos a manifestaciones nos comportamos como personas civilizadas, los que nunca colocaremos ninguna bandera en el balcón; somos tranquilos, tolerantes, trabajadores, pacíficos, discretos y amigos de nuestros amigos; queremos tener salud, amor y trabajo, como todo el mundo; creemos en la familia y en el esfuerzo personal y no en la donación y subvención para conseguir las cosas; amamos la paz y la libertad. Aborrecemos la corrupción, la violencia, el abuso de poder, la manipulación y la mentira.
Somos bilingües sin complejos; hacemos 'zapping' sin problemas por todas las opciones y la película que vimos ayer ya no recordamos en qué idioma la oímos (catalán o castellano).
Nos gustan los deportes y animamos igualmente a Nadal, Ferrer, Lorenzo, Alonso, al Barça, al Español y a la Selección, y nos da igual si el gol lo mete un catalán o un manchego cuando competimos por la copa de Europa o el Mundial. Y por respeto no pitamos el himno de España, ni ningún otro.(Yo incluso canto “Els Segadors” e incluso me emociono cuando lo hago o lo escucho)
Estamos hartos del 'procés' y del politiqueo en general con tanta mentira. Votamos al menos malo o por descarte.
Aborrecemos a quienes fomentan las fobias entre territorios, sean del color que sean, de aquí  o de cualquier otro sitio, para ganar cuatro votos, mantener la poltrona y seguir llevándose el caldo calentito a cuenta de todos.
No creemos que la independencia sea la solución a todos nuestros problemas: no somos tan ingenuos; consideramos que la política de confrontación y sus líderes son precisamente parte del problema.
¿Por qué está todo tan crispado? ¿No tendrían  que trabajar todos para sacarnos de esta crisis, dejarse de historias y no confrontarnos unos con otros? Creo que muchos pensamos así, pero no se nos ve ni se nos oye: somos 'los Otros'. Y aunque saben que estamos nos ignoran por no pensar como ellos.
Tras el próximo fracaso del 1 de octubre habrá nuevas elecciones autonómicas. Informad a todos los que formamos parte de 'los Otros', a vuestros conocidos, a los indecisos, a los que piensan que esto no va con ellos, que de nuestro voto en las citadas futuras elecciones autonómicas depende que Catalunya siga siendo feudo de unos cuantos que basan su discurso en el odio a los demás pueblos de España, adoctrinando en las escuelas a nuestros niños y difundiendo propaganda y mentiras en los canales autonómicos y en los otros medios comprados con subvenciones pagadas con nuestro dinero. Exijamos que los constitucionalistas lo sean por encima de los intereses de sus partidos.
Vamos a demostrar a quienes lideran el 'procés' que en el mundo somos catalanes y españoles. Vamos a demostrarles que no nos hemos creído la vil mentira de que "Espanya ens roba" cuando los únicos que nos han estado robando son ellos: nuestros recursos, nuestro dinero, nuestro orgullo y nuestra dignidad, intentando vanamente hacernos sentir inferiores y de segunda. Vamos a decirle a ellos y al mundo que ya basta de muestras de odio, intransigencias y amenazas de sanciones para quien no colabora o piensa como ellos. Vamos a frenar esta aventura que solo nos ha traído y traerá más pobreza económica e intelectual y más crisis a pesar de que nos prometen el paraíso.
Porque amamos Catalunya, porque amamos España, porque queremos seguir siendo europeos, ¡viva Catalunya!”

http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/los-otros-catalanes-136583

AL VOLVER DE VACACIONES

Al volver de vacaciones constatamos realmente que, una vez más, hemos emprendido el viaje de regreso después de unos días de vacaciones vividos en familia en tierras de Catalunya, a la que tantos recuerdos nos  unen  y,  a medida que me iba alejando, sentía que me acercaba a la vida de cada día, pero sobre todo me he ido acercando al sin fin de momentos vividos, que como una nube, se agrupan en mi mente y que el tiempo irá disipando, dejando perennes aquellos que más intensamente he vivido.
Al volver de vacaciones confirmamos que hemos vivido con mucha intensidad cada hora, cada día viendo que los temores iniciales, de no aguantar el trajín diario por culpa de la lenta recuperación de las dolencias que nos han afectado, se ha visto superado gracias al esfuerzo y las ganas de superación, de vivir, de hacer los días lo más llevaderos posibles. Reto superado.
Al volver de vacaciones recordamos como un año más hemos podido festejar el nuevo cumpleaños de esa niña tan adorable que es nuestra nieta Claudia. La hemos visto obviamente crecida, lista, charlatana, sagaz, educada, cariñosa… todo cuanto pueda decir de ella siempre resulta poco. Es debilidad de abuelos que hemos podido convivir intensamente con ella acompañándola a diario a sus actividades estivales, que con más o menos detalles nos ha ido explicando.
Al volver de vacaciones percibimos que el pequeño Pablo ha sido el descubrimiento notable por excelencia, ya que con su lengua de trapo trataba de hacerse entender, mostrándonos un cariño, una forma de proceder, una cierta autonomía que para nosotros parecía nuevo y es que realmente era nuevo estar todo el día con él prestándole atención y los cuidados que a estas edades requiere, mientras nos acomodamos a su ritmo de vida, a sus “no” más frecuentes que los “si” e intentando no transigir en todo lo que deseaba pero haciendo, en cada momento, que su estancia con nosotros fuese feliz y divertida.
Al volver de vacaciones se nos hace inolvidable el haber podido volver a pasear por Barcelona. Rendir nuestro sencillo homenaje a las víctimas del reciente atentado en Las Ramblas, lugar que revelaba un aspecto diferente a la de otras ocasiones. La calle alegre y agitada de siempre mostraba un cierto silencio que se hacía patente en los múltiples lugares donde flores, velas y los más variados objetos recordaban el punto donde algunos perdieron la vida. El puerto, el Barrio Gótico, el entresijo de calles del casco antiguo, como siempre nos permiten descubrir nuevos lugares, rincones distintos y tal vez olvidados.     
Al volver de vacaciones sentimos un regusto amargo y dulce a la vez que nos permite, a menudo, comentar, dialogar, explicar, manifestar todo lo acontecido y agradecemos a todos los momentos compartidos y deseamos manifestar públicamente nuestra gratitud por todo lo vivido, lo cual nos alienta a programar con esperanza el próximo viaje. La vida vale la pena vivirla con plenitud de felicidad y estos viajes nos hacen felices.