sábado, 25 de junio de 2011

ESTE PUEBLO


En este pueblo, donde antaño trajinaban carros, carretas y ganado, hoy, apenas dejan espacio libre los coches entre las septuagenarias casas de planta baja rodeadas de campos de laboreos propios de la campiña jerezana, siendo la remolacha y el algodón los productos básicos que impulsaron su nacimiento, en los procesos de colonización de los años cincuenta, como asentamiento de colonos provenientes de diversos lugares de dentro y fuera de la provincia de Cádiz. Colonos oriundos del propio Jerez, de la Sierra de Cádiz y algunos provenientes de Granada, expertos en cultivos de regadío dado que un hito histórico que marcará la futura creación de la pedanía será la construcción del pantano, que permite implantar sistemas de regadío de gravedad con canales trapezoidales y acequias abiertas.
La disposición de las calles en cuadriculas y exentas de recovecos, es una asimétrica simetría que en algunas genera corrientes de aire que en los atardeceres de verano andaluz crean un refrescante “microclima".
Sus fachadas encaladas, con zócalos y soportales de coloridos azulejos de estilo andaluz, esconden autenticas maravillas arquitectónicas. Casas de patios cubiertos de flores por cuyos muros saltan a las calles traseras de la casa.
En la fachada del pueblo que linda paralela a la carretera hacia Nueva Jarilla se pueden percibir los vestigios de un antiguo ferrocarril que durante algunos años transportaba remolacha hasta una importante azucarera instalada en la en la pedanía arcense de Jédula y que en los últimos años, está siendo reclamada por varios colectivos como vía verde.
Eventos reseñables, todavía reúnen á personajes emblemáticos del pueblo conocidos por todos, antiguos colonos, viejos labriegos, ganaderos, cofrades y otros personajes con solera.
Siempre fue un pueblo hospitalario, de costumbre, hábitos y tradiciones propias de la tierra que cantan saetas, sevillanas o bulerías a un tiempo y donde aflora esporádicamente un baile flamenco en los días de feria y en la víspera de la Nochebuena, la popular “zambomba”, expresión genuina de la Navidad jerezana, en la cual,  los vecinos se congregan en patios, locales, calles, plazas o plazoletas donde resuenan la ronca zambomba y el coro de improvisados tenores afinan y desafinan los compases de coplas navideñas.
En los últimos años el crecimiento urbanístico le augura el ser fagocitado de hecho por la urbe principal que dista del pueblo unos cientos de metros y a la que se puede acceder por una estrecha carretera que irrumpe con la antigua cañada real, hoy calle en constante transformación.
Deseamos que la modernización no haga perder el cordial saludo diario entre vecinos que en las horas tempranas del día, como antaño, barren y riegan las puertas de la calle dando al lugar un grato aspecto de limpieza y civismo.

lunes, 6 de junio de 2011

¡INDIGNAOS!

Cuando supe del libro ¡INDIGNAOS! de Stèphane Hessel, me apresure a adquirirlo y leerlo casi en un trayecto de metro. "¡Indignaos!" es, más que un manifiesto, un grito para despertar conciencias de todos ante las injusticias universales, la pérdida de valores éticos elementales. Es una denuncia a los últimos retrocesos sociales, que son analizados por un nonagenario. Es una llamada, especialmente a la juventud, para rebelarse de forma pacífica contra las injusticias de un mundo dominado por los poderes económicos. Lo que no podía imaginar es que poco después de un mes de haberlo leído y por supuesto, sentirme un mucho indignado, se iniciaría el movimiento 15-M, con toda la repercusión que está teniendo.
La indignación es un sentimiento, un sentimiento moral, su desencadenante es algún atentado contra la dignidad de las personas y por tanto está relacionada con la justicia.
La indignación es un grito de atención, una alarma ante lo que está sucediendo. La política, la democracia ha perdido muchísimo terreno a favor de poderes financieros y económicos que nadie ha votado. La crisis amenaza, con falsos alegatos, hacer sucumbir los logros sociales hasta ahora alcanzado y hacer crecer las cifras de la pobreza. La crisis económica está causando un gran vacío ético y la corrupción de mandatarios es cada vez más relevante. La crisis la estamos pagando los más pobres, los más débiles, las ganancias se privatizan y las pérdidas se socializan. Somos víctimas de potencias financieras y económicas que actúan con un único objetivo, ganar cada vez más dinero. Esta situación de injusticia es indígnate.
¿Dónde está la coherencia? Cuando acontecieron manifestaciones y protestas, convocadas por sindicatos que se hacen llamar, representativos de los trabajadores, se acuso a la juventud de falta de participación y ahora cuando se manifiestan, se mueven, se movilizan y se indignan con una inigualable y eficaz estructura, orden, organización y democracia, se les critica. Los mismos medios de comunicación que en su día, los ignoraron, los acallaron, los vitorearon, hoy los insultan, los ridiculizan, los desprestigian y les adicionan toda serie de escarnios. Ahora están vulnerando los derechos de los ciudadanos ¿alguien los ha vulnerado más que “la crisis”?
Somos muy pasivos, aguantamos demasiado, y nos invade una especie de desesperanza, parece que alguien nos ha convencido o nos convence de que no se puede hacer nada fuera del paraguas de lo establecido, que nada tiene solución, que no hay más cera que la que arde. Es preciso que el sistema político ofrezca soluciones desmarcándose del poder económico, repudiando, excluyendo y condenando a los corruptos y acercándose realmente al pueblo, a los votantes, a los indignados que quizás tengamos que leer más a Jean Ziegler, Ernesto Sabato, José Saramago, Eduardo Galeano, y menos prensa sensacionalista, partidista y subvencionada.
Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable. (Eduardo Galeano).

miércoles, 1 de junio de 2011

EL MES DE MAYO

Hemos terminado el mes de mayo, un mes lleno de eventos, anécdotas y recuerdos personales, que me han hecho evocar mis años infantiles cuando en este mes, celebrábamos la tradición mariana del mes de las flores y que mi madre se encargó de transmitirme.

En los años de mi edad infantil, “el Día de las Madres” cuya celebración se remonta a la antigua Grecia, era un día menos comercial y más familiar. Se celebraba el 8 de diciembre coincidiendo con fiesta de la Inmaculada Concepción. A partir de no sé qué año paso a festejarse el primer domingo de mayo y este año por primera vez no he podido felicitar a mi madre y sentí ese vacío que se conjugó con el recuerdo de tantos legados de ella recibidos. Sobre todo, el valor, la importancia del agradecimiento y el recuerdo, que intento transmitir a mis hijos y que ellos recogen con ejemplaridad y reciprocidad.

El mes de mayo vivido en el internado, en mi edad de adolescente, era un tanto especial, era la máxima expresión del despertar de la vida adolescente, aletargada durante aquellos fríos días de invierno leonés y en los que cada día era un nuevo aprendizaje. Resurgía con fuerza la vida entre aquellas paredes protectoras, las plantas supervivientes a las heladas, lucían las mejores galas de su color. En los campos se reanudaba la reproducción continuamente cíclica Nosotros estábamos, estuvimos, todos aquellos años en el despertar a un mundo nuevo, pletórico de fuerza de esperanza y de ilusiones. Qué bien olía a rosas esas mañana de mayo durante la misa cotidiana en nuestra capilla, exornada con flores para la ocasión!

Este mes se despertaba con la información del asesinato de Osama Bin Laden responsable de numerosos ataques terroristas contra los Estados Unidos y otras potencias occidentales. Me han sorprendido, y mucho, las palabras de Barak Obama, premio Nobel de la paz, calificando la muerte del terrorista como un acto de justicia. No soy nadie para juzgar pero un acto de justicia hubiera sido capturar al “terrorista” y darle el derecho que tiene cualquier ser humano, incluso el más ignominioso, un juicio justo.
El mes ha finalizado con una nueva llamada a las urnas inmersos en el recuerdo del terremoto de Lorca y bajo la atenta mirada del movimiento de indignados 15-M. Los resultados buenos para unos, que se han auto convertidos y auto proclamados salvadores de nuestro país y el debacle de otros a quienes se les atribuyen todo tipo de males que acontecen en la piel de toro.
Durante todo el mes, la primavera, ha explotado con fuerza, los campos se visten de jaramagos, amapolas, ginesta, yedra, margaritas, malvas y mil flores más. Durante todo el mes el desarrollo físico y sensorial del feto de mi nieta en el vientre materno, progresa y me llena de alegría y esperanza.