sábado, 30 de octubre de 2010

RECUERDOS

En este año de 2010 que se acerca a su final, una serie de personas, para mi muy relevantes, nos han dejado y no me refiero a mi madre sino a personas como:
Miguel Delibes Setién (12 marzo 2010) Escritor novelista y periodista de ideología izquierdista
José Saramago (18 junio 2010) escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo y Premio Nóbel de Literatura (1998)
Carlos Mendo (23 Ago 2010) Periodista
Joaquín Soler Serrano (7 septiembre 2010) periodista y locutor de radio español, durante las décadas de los años 50 a los 80.
José Antonio Labordeta Subías, (19 de septiembre de 2010) fue un cantautor, escritor y político español,
Marcelino Camacho (29 octubre 2010). Sindicalista, fundador de C.C.O.O.
Todos ellos coinciden en ser grandes comunicadores. Algunos (Joaquín Soler Serrano) forman parte de mis recuerdos de horas de radio que fueron distracción en mi adolescencia. Otros (Carlos Mendo) a través de las ondas han sido compañía nocturna en las épocas de mis estudios y preparación y elaboración de trabajos docentes de Tecnología.
Delibes, Saramago y Labordeta pregoneros y luchadores de y por la libertad me han permitido entrar en su mundo con la lectura de sus obras que alterno con la poesía de poetas como Miguel Hernández del cual se han cumplido cien años (18 de octubre) de su nacimiento, y que al igual que Machado, Lorca o Bécquer me han favorecido con la riqueza de su legado.
Hoy pienso en ellos coincidiendo con la triste noticia del fallecimiento de Marcelino Camacho, trabajador abnegado, luchador incansable no solo, como destacan algunos, contra el régimen franquista y por la democracia, sino también en la defensa de los trabajadores y en la lucha por los derechos sociales, contra la burguesía empresarial de esta país que se refleja en el actual presidente de la CEOE.
Fundador y líder sindical por excelencia, que nada tiene que ver con los actuales representantes de los sindicatos mayoritarios de este país que asentados en sus sitiales se erigen en representantes de unos trabajadores cada vez más incrédulos y desconfiados de los sindicatos y esperanzados en que como dijo Camacho “Ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar”
Ante estos acontecimientos he recordado los versos de Machado.

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.

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