viernes, 21 de enero de 2011

DESPUÉS DE UN MES

 Hoy hace un mes que supimos del fatídico mal del que nadie está exento. Hace un mes que se nos puso un nudo en la garganta que no nos ahoga, pero si nos intranquiliza. Un mes que empezamos el viacrucis de las visitas medicas. En este mes ha habido quizás más desesperanza que esperanza y sobretodo nos hemos informado, percatado, cerciorado de la gravedad, de la realidad de la situación.
El martes pasado se inició el primer avance hacia la lucha contra el carcinoma que no puede vencer. El miércoles se ha sometido a la segunde sesión de quimioterapia. El jueves ha sido un tanto preocupante y expectante para todos. La desgana, el malestar, el cansancio, la fatiga, parece que todos los males se han aliado en ese cuerpo deformado y lleno de dolor.

Hoy sus palabras eran más fluidas e incluso ha habido una leve sonrisa. Que insignificancia pero a la vez que esperanza despierta entre todos. Es como ese tibio, tenue, exiguo rayo de luz que se cuela en la estancia a oscuras, por la rendija de la ventana a oscuras y permite ver un mínimo reflejo de figuras exteriores en la pared (el efecto de la cámara oscura). El leve rayo nos da un exiguo aliento de esperanza a pesar de que la imagen es invertida, algo nos permite ver.
Deseamos asirnos a la más mínima esperanza y seguir viendo, viviendo, esperando que transcurra el tiempo para volver a sentarnos juntos, como tantas otras veces, y compartir lo que la proximidad nos brinda.

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