El Diccionario de la lengua española editado y elaborado por la Real Academia Española define la coherencia como “Actitud lógica y consecuente con una posición anterior”. Este valor que nos hace ser personas de una pieza, actuando siempre de acuerdo a nuestros principios, creo que cada vez está más en decadencia y lo constato con excesiva frecuencia, en determinados componentes de la clase política, que de alguna forma nos induce a ello y sobre todo en sus campañas electorales donde todo vale para conseguir un puñado de votos que les permita llegar al poder.
Últimamente estamos sufriendo las consecuencias de una crisis económica de carácter mundial que la han provocado los capitalistas y que una vez más hemos de pagar el pueblo llano, los “sin voz”. Esto nos ha llevado a que en el país gobierne un partido que sin hacer público, de forma clara, su programa electoral, ha hecho una reforma laboral que repercute de forma muy negativa sobre el trabajador, que pierde los más elementales derechos adquiridos a lo largo de muchos años y que está aplicando recortes y suspensiones de derechos sociales básicos.
Son muchos los estamentos que piden que se firme en contra de esta reforma laboral, de los recortes, de las suspensiones, y a las puertas de elecciones en Andalucía y en Asturias me surge la duda de la coherencia de los votantes. Si somos contrarios a las medidas tomadas por el partido que gobierna de forma totalitaria, es la hora de recapacitar sobre nuestro voto y más en lugares donde el caciquismo, la oligarquía, el señoritismo han impuesto su voluntad y su poder incluso en los tiempos de democracia, el enchufismo, la corrupción, el todo vale o el “y tú más” intentan justificar una falta de coherencia una vez más y una vez más tenemos la oportunidad de ser coherentes con nuestro voto. Ver para creer.
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