jueves, 8 de marzo de 2012

A TODAS LAS MUJERES

No es fácil hablar sobre ella y menos para un profano de las letras como yo, pero tampoco me resulta fácil dejar de hacerlo en un día en que de común acurdo universal (cosa rara) se festeja el Día Internacional de la Mujer Trabajadora (me resulta curioso el adjetivo), o Día Internacional de la Mujer, (este calificativo me parece más correcto) o bien el de Día Internacional por los Derechos de la Mujer promulgado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en 1977. Me llama la atención que no fuese hasta esas alturas del siglo XX el que la ONU se pronunciara en favor de esos derechos a la mujer cuando a lo largo de siglos ha sido pilar básico de la sociedad.
La mujer ha formado y forma parte de la historia de la humanidad como heroína, gobernante y luchadora. Forma parte de narraciones legendarias de todos los pueblos, pero apuntado así parece que se excluyen a las que cada día son heroínas de su propia familia, gobernantes de su casa, luchadoras y defensoras de sus hijos. Detrás de cada mujer hay una gran historia, una emotiva historia, una inenarrable historia.
Si lugar a dudas es la madre, la esposa, la heroína, la cuidadora, la anfitriona, la marginada, la maltratada, la sufridora, la ignorada, la enfermera, la maestra, la universitaria, la consejera, la auxiliadora, la psicóloga, la médica, la curandera, la cocinera, la compañera, la amiga, la… Capaz de aguantar adversidades, acarrear  grandes cargas, propias y ajenas con felicidad, amor, ternura, complacencia  y dicha. Desvía la mirada cuando sus ojos se empañan y tiene lagrimas de felicidad para propios y foráneos  ante las injusticias, las adversidades, las calamidades, los desastres, los éxitos, la pérdida del ser querido y sus fuerzas son inagotables cuando otros las pierden, incluso a veces se olvidan y no recuerdan lo mucho que valen
Con sólo dos manos es capaz de tener un regazo donde acomodar todos sus hijos al mismo  tiempo, darles el calor que necesitan,  tener un beso y un abrazo capaz de curar desde un rasguño hasta un corazón destrozado y hacer todo cuanto en el día, en la vida precisan sin hacer oídos sordos a sus palabras aunque todos hablen a la vez.
Con sus lágrimas es capaz de expresar su dicha, su pena, su desengaño, su amor, su soledad, su sufrimiento, y su orgullo."
Capaz de aguantar adversidades, acarrear  grandes cargas, propias y ajenas con felicidad, amor, ternura, complacencia  y dicha. Cuando quiere gritar, sonríe. Desvía la mirada cuando sus ojos se empañan y tiene lagrimas de felicidad para propios y foráneos  ante las injusticias, las adversidades, las calamidades, los desastres, los éxitos, la pérdida del ser querido. Sus fuerzas son inagotables cuando otros las pierden, incluso a veces se relegan y no recuerdan lo mucho que valen, por eso hoy quiero decírselo.
Todos estamos llamados a la lucha por la igualdad de oportunidades por encima de los géneros y no en un día señalado, sino en todos los días de nuestra vida y sobre todo, aunque parezca cursi, porque de ellas nos llega la vida.

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