Mi hijo
Emilio, el mayor, ha cumplido cuarenta años, cuatro décadas de vida y para mí, esta
fecha, este día, no ha sido ni anodino, ni liviano, ni indiferente, por el
contrario me ha hecho pensar y mirar hacia atrás y hacia delante sin dejar de
ver el presente que me ha impedido estar, en este día, a su lado pero mentalmente
he extendido mis brazos al máximo para darle un abrazo y
un beso enorme
mientras que he sentido el punzar de su barba en mi mejilla y susurrado al oído
mis palabras de felicitación.
Para mí el
día del cumpleaños de mis hijos, es muy importante y sobre todo al constatar
que siguen vivas, en mí, las imágenes de lo que viví hace ya cuarenta años.
Casi con perfección milimétrica puedo ir describiendo minuto a minuto todo lo
vivido aquel día caluroso de Julio cuando a las 13:40 h. me anunciaron su nacimiento y
que tras tenerlo en los brazos el tiempo que me permitieron, recurrí a
inmortalizar el momento en fotos que tantas y tantas veces hemos visto.
Pero para mí, las
mejores fotos son las que año tras año se han ido sucediendo a lo largo de
estos cuarenta años con anécdotas, momentos, vivencias, hechos que se han ido
quedando en ese cajón de los recuerdos y que me gusta ir rememorando y
visionando en mi mente, esa serie de imágenes que conforman su vida, sus
vivencias ya que me llenan de satisfacción, de alegría, de orgullo, de felicidad,
de agradecimiento, de tener un hijo como tú.
Hijo, te felicito por tu
constancia, tu esfuerzo, tu trabajo, tu abnegación, tu dedicación, tu honradez,
tu honestidad, tu creatividad y sería interminable la lista de todos los
valores, cualidades, formas y maneras que hay en ti. Emilio, te admiro porque en medio de la
vorágine de tu vida cotidiana, has sabido salir adelante con éxito, con orgullo,
con honradez, con dignidad, con humildad..
Cuarenta años, que
siento que tanto en él como en mi, están llenos de familia y amigos, de
anécdotas y pormenores, de personas, de testimonios, de proyectos, de
creatividad, de objetivos, de sueños, de colofones, de éxitos, de progresos, de
fracasos, de viajes, de esperanza... en definitiva, de vida.
Hijo MUCHAS FELICIDADES y te reitero QUE TE QUIERO
MUCHÍSIMO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario