EL REY ABDICA

Si mayo finalizaba con una visión de lo que la naturaleza nos ofrece o nos ha ofrecido en este intervalo de tiempo, y en estos parajes, haciéndome que pueda vivirlos y disfrutarlos el nuevo mes se inicia con una información de gran relevancia. El Rey de España, Juan Carlos I abdica en favor de su hijo Felipe, Príncipe de Asturias.

La prensa nacional, internacional, e incluso los rotativos deportivos se hacen eco de la noticia. Y junto a las noticias, la conjeturas, las opiniones, los comentarios, los diles y diretes, los que ya lo sabían, los que lo estaban esperando, los que lo aplauden, los que lo deseaban, los indiferentes y eso sí, a rio revuelto ganancia de pescadores.

Ya se han pronunciado los partidarios de instaurar una república convocando actos en favor de la República, lo que supone un cambio en la Constitución ya que según se recoge en el “TITULO PRELIMINAR Articulo 1 La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

Como un español más, considero la abdicación como un hecho muy positivo, ya que esto permite dar paso para que el relevo se centre en una persona representante de la generación que está asumiendo las máximas responsabilidades en la política, la economía y otras áreas decisivas para definir el futuro y que es la que está sufriendo más la situación que asola a este país abocándolo a una desigualdad sin parangón.

Sería de desear que otros “representantes del pueblo” tomasen buena nota, fuesen conscientes de su incapacidad para representarnos y se retirasen de su modus vivendi sin entrar por la “puerta giratoria” a formar parte de consejos de administración ni a vivir de las prebendas que, al parecer, le corresponden por el cargo que han ocupado.