jueves, 13 de noviembre de 2014

ANIVERSARIOS

El pasado domingo se conmemoraba la caída del “Muro de Berlín”  y el martes 11 de noviembre se recordaba que Alemania pidió el armisticio de la primera Guerra Mundial que se inició hace ya cien años. Fechas a las que podríamos añadir muchas más pero, cuyo recuerdo, es poco relevante, en especial, en lo que se refiere a evitar situaciones críticas y nefastas como esas.
Tanto la primera como la segunda Guerra Mundial dejaron hundidas en el caos y la desgracia a millones de personas, las tierras abonadas de sangre y unas lecciones que, a mi parecer, de poco o de nada han servido.
En el mundo, después del Muro de Berlín, El muro de la Vergüenza, se han seguido levantando muros, concertinas, fronteras, donde quienes desean cruzarlas son masacrados y vilipendiados. Fronteras y muros que incluso han levantado aquellos que deseaban derribar el de Berlín. ¡Que contradicción!
Se celebran aniversarios, pero las guerras siguen siendo múltiples en los diferentes países de la Tierra, lo que muestra, que nada se ha aprendido de las trágicas consecuencias que han dejado los conflictos bélicos a lo largo y ancho de la geografía universal. Guerras que solo hacen que unos se enriquezcan con la venta de armas y otros sean víctimas de esas mismas armas.
En la misma Europa, actualmente se están sometiendo a determinados pueblos a vivir unas penurias similares a las que se vivieron durante y después de las contiendas. Sí, hay una diferencia, la situación no es cruenta pero si de miseria y lo que más me sorprende, en nombre de la democracia y del bien de los pueblos.
El pasado domingo se marco con el 9-N, el nacimiento de un nuevo aniversario, porque ese día y enarbolando la palabra democracia,  se realizó en Cataluña, la llamada “consulta alternativa” un sucedáneo de consulta a la de autodeterminación del 9-N como el Gobierno de la Generalitat había previsto. La participación fue el resultado más relevante y que puso de manifiesto que votar es un derecho de los ciudadanos y no solo se ha de votar cuando los políticos quieren, sino cuando el pueblo lo pide; a la vez que se pone en evidencia que el Gobierno Nacional y el de la Generalitat están más en las antípodas que nunca.
Sería de desear que los aniversarios permitieran reflexiona para no cometer los mismos errores del pasado, porque aquello que parece histórico se diluye a las pocas horas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario