Los versos
de una copla popular dicen así:
“Dicen que llora Sevilla
porque el río se le va,
como una cinta de plata,
caminito de la mar”.
Sevilla es
pródiga en lágrimas en más de una ocasión, cofrades, hermanos, costaleros,
nazarenos, los penitentes y devotos han derramado lágrimas porque la lluvia ha
impedido la salida de su cofradía. Otras veces, esas mismas lágrimas, han
aflorado ante el paso de su devoción y seguramente en más de una ocasión las lágrimas
de este pueblo se han confundido con la emoción y la alegría del momento.
Hoy 20 de
noviembre podríamos parodiar y escribir:
“Dicen que llora Sevilla
porque la duquesa se le va,
como una nube de otoño
caminito del más allá”.
Hoy ha
fallecido, María
del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, comúnmente conocida como
Cayetana de Alba o Duquesa de Alba. Una mujer quizás impropia de su tiempo a quien han
calificado cada cual según su crítica mirada. Dicen que vivió como quiso, que
era una mujer libre, de carácter, que se puso al mundo por montera, amante de
la cultura, del arte, del baile flamenco, el cante “jondo” y de un pueblo,
Sevilla, que no la vio nacer pero si crecer y compartir sus tradiciones lo que
la convirtió en una insuperable embajadora de Sevilla, Andalucía y España.

Pero hoy,
también en la memoria nos resuena que hace treinta y nueve años que fenecía el
dictador que gobernó este país durante treinta y seis años. También hoy en
Sevilla, en Andalucía, en España y en el resto del mundo más de una familia se
vestirá de luto y llorara la pérdida de un ser querido, de ellos nadie hablara,
son los ignorados, los desconocidos de los que nadie habla aun siendo sus
cualidades humanas tan o más relevantes que las que en un momento determinado
se puedan reseñar de alguien.
Y allí, en el Palacio de las Dueñas,
donde hoy ha expirado la Duquesa de Alba, queda perenne, en el muro de acceso
al Palacio de Las Dueñas, una placa testifica que allí nació y vivió su
infancia el poeta Antonio Machado, y así lo plasman los versos
"Mi
infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto
claro donde madura el limonero;
mi juventud,
veinte años en tierras de Castilla;
mi historia,
algunos casos que recordar no quiero."
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