jueves, 3 de septiembre de 2015

CINISMO

Cinismo, el diccionario de la Real Academia Española define esta palabra como: “Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables”.
Cinismo es lo que desde hace tiempo, y más ahora, veo en la sociedad en general, pero más concretamente en la sociedad europea y en la de nuestro país. Todos se han rasgado las vestidura ante la tristísima imagen y noticia de la evidente realidad que ha mostrado el agua de una playa de Turquía en la que yace sin vida un pequeño cuerpo humano, el cuerpo del pequeño Aylan y que ha dado la vuelta al mundo como un símbolo del sufrimiento de miles de personas que tratan de huir de la guerra en busca de una vida mejor. La durísima instantánea recorrió rápidamente las redes sociales, pero quienes han de poner solución a esto no la verán con los mismos ojos que quienes encontramos en las redes sociales una verdad que se nos oculta. Imagen que es la vergüenza del mundo
Cinismo es lo que demuestran los gobernantes europeos que miran hacia otro lado y prometen reuniones para evitar la situación que viven miles de refugiados, cinismo porque fueron rápidos y hábiles en reunirse para evitar los atentados al ferrocarril. Claro, eso es más fácil, es más fácil pasar por controles en aeropuertos y estaciones de ferrocarril que aceptar los refugiados que, como en otros tiempos, huyen de la barbarie y la miseria de las guerras.   
Cinismo es para mí el del gobierno húngaro que esta misma mañana permitía subir en estación central de Budapest a los refugiados -sirios, en su mayoría-, tras dos días de bloqueo policial. Podían acceder a la instalación, tratando de buscar trenes que los lleven a una Europa más segura,  más próspera, pero a apenas 40 kilómetros, el tren se ha detenido, los refugiados, incluidos niños, han sido obligados a bajar y llevados a un centro de inmigrantes. La euforia, la tranquilidad, el descanso una vez más se ha tornado  en llanto, en desesperación, en angustia, en impotencia……
Cinismo es para mí que se hable de mafias que trafican con quienes intentan huir de los horrores de las guerras, y no se hable de los países que venden y fabrican armamento para esas guerras. Países que venden y fabrican alambres de espinos y concertinas  para “disuadir” a quienes desesperados, maltrechos, desahuciados, exhaustos intentan alcanzar un mundo mejor para sus hijos y familia. Ellos, en sus países de origen, nunca pusieron vallas a los pueblos de Europa que en su día los convirtieron en sus colonias. 
Cinismo es para mí lo que manifiestan algunos dirigentes cuando dicen con hipocresía, descaro y prepotencia “No acepto lecciones de humanitarismo por parte de nadie” "Si me dan la dirección donde a esa pobre gente los podemos trasladar y garantizan su manutención y que les dan trabajo, le aseguro que les enviamos”, y alguno más” inteligente”  ha recurrido al desempleo como uno de los motivos para no aumentar el cupo de refugiados a los que acoger en España.
Cinismo el de una parte de la Iglesia que no se pronuncia, que no actúa, que no pone soluciones, que no sabe predicar ni hacer llegar Lucas 10, 25-37. Si, cinismo también el de ayuntamientos, organizaciones, partidos políticos que no harán un minuto de silencio ni convocarán  manifestaciones por la muerte de tantos seres inocentes que nos recuerdan los antiguos éxodos por las mismas causas y buscando el mismo fin, con la única diferencia de que antes las fotos eran en blanco y negro y hoy son en color.
Pero no pasa nada,….. al pobre David Egea no lo ha podido fichar el Real Madrid….. CINISMO.

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