sábado, 21 de noviembre de 2015

TODOS SOMOS…

Unos años después, unos meses después, unos días después  y con la esperanza de no sumar más nombres a la lista, hay que mantener el grito de que "todos somos Bamako".....y también Paris, y Beirut, y Ankara, y Bagdad, y Madrid, y Londres, y Nueva York, y…
Ya se ha cumplido la primera semana de los atentados de Paris y vuelve a estremecerse el mundo con un nuevo atentado terrorista. ¿Hasta cuándo?. Los medios de comunicación no paran de mostrarnos con detalles como aconteció todo, quienes son los terroristas, como lo hicieron y una serie de pormenores que yo me pregunto ¿para qué tanto detalle? Y tengo el sentimiento de que no se analiza que es lo que nos ha llevado a esta situación.
Se está empezando a criticar el multiculturalismo, crece la xenofobia, la estigmatización, el radicalismo puro y duro, se cae en el error de legislar bajo el shock de los atentados, se recortan a diestro y siniestro derechos que parecían intocables; nace un clima de desconfianza, de miedo, de vulnerabilidad, de palabras que parecen querer desviar la atención de lo que el pueblo llano se pregunta, ¿Quién les vende las armas? ¿Quienes ayudan a financiar estos atentados y grupos radicales? ¿Qué polvos trajeron estos lodos? ¿De qué han servido las medidas que en su día se tomaron?. Son tantos los interrogantes que ningún mandatario europeo es capaz de sentarse a dar respuesta porque quienes gobiernan Europa son los peores gobernantes que el continente ha tenido en los últimos tiempos.
Era vital controlar el gasto, la economía de Europa, ¿para el bien de quien?, da la sensación de que sólo para el bien de las grandes fortunas. En España hay la mayor corrupción económica jamás conocida y se ha creado la superlativa desigualdad social de la historia, se habla de creación de trabajo que es precario y mal pagado y se alienta el separatismo. Grecia y Portugal están inmersos en la mayor crisis de su historia,  y de otros países nadie habla porque quienes tienen que hablar, hasta los más prestigiosos periodistas, sacan a colación supuestas presiones de los poderes económicos y políticos sobre los medios de comunicación españoles.
Los jóvenes que se radicalizan proceden de situaciones sociales muy diversas, pero la incultura o la cultura manipulada, la falta de trabajo, el desencanto social, la necesidad de abandonar familia, casa, ciudad y país para vivir dignamente,  no invita a tener confianza en un país, en una Europa deshumanizada como lo muestra el trato que se está dando a los refugiado que huyen de una injustificable guerra, afinándolos en “campos de concentración del siglo XXI” por no hablar de los emigrantes que en busca de su dignidad humana llegan a fronteras donde se les detiene y se les priva de los más elementales derechos humanos.
No mientan, no es cuestión de estar unidos, de no tener miedo, de que la democracia y la libertad son los pilares de Europa. Los pilares de una sociedad son su humanidad, eso es lo que tenemos que aprender “HUMANIDAD” el resto de conocimientos son caducos en el tiempo y solo los verdaderos valores éticos y morales son los que prevalecen y de eso carecen muchos gobernantes y líderes de la vieja Europa que esclavizó a muchos pueblos y hoy paga sus consecuencias. POR FAVOR, NO MÁS TERRORISMO, NO MÁS VIOLENCIA, NO MÁS GUERRAS, NO MÁS MENTIRAS, NO MÁS LAGRIMAS

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