miércoles, 27 de julio de 2016

UN AÑO MÁS

Hoy paro mis pocas actividades cotidianas para dedicar unos minutos a manifestar que son tantos los recuerdos de ti que se me acumulan en la mente, en el corazón, en el alma, que ni dejan espacio a la tristeza al evocarte en este día, aniversario de aquel en que tus ojos se apagaron a la luz de la vida y para abrirse a la luz de la eternidad.
Un año más nosotros, tus hijos, los cuatro hermanos nos hemos transmitido ese sentimiento y recuerdo que vive en nosotros de este día en que fuimos huérfanos físicamente de quienes nos transmitieron la vida pero mantenemos todo lo que a lo largo del tiempo nos enseñasteis como padres y que de alguna manera o a nuestra manera  transmitimos a los nuestros.
Un año más notando la ausencia de tu física presencia e inmerso en un constante recuerdo de ti, de tus cosas, de tus detalles, tus valores, tus palabras que aún resuenan en  mis tímpanos y que tanto añoro el oírlas. Nunca creo que he sido ajeno a tus esfuerzos y sacrificios, desde los más tiernos años de mi infancia y desde donde la mente me alcanza, recuerdo tu abnegada dedicación hacia tus hijos fruto del gran cariño que te unió, desgraciadamente por pocos años, a nuestro padre, a quien tú nos has puesto tantas veces como ejemplo y has hecho que casi sin conocerlo lo queramos, lo admiremos y guardemos de él más vivo recuerdo y cariño como hoy te vivimos y recordamos en silencio pero sintiéndote cerca a cada instante en el transcurso de los días.
Un año más, hora y siempre pienso en lo mucho que necesito tus palabras. No sé, no lo sabe nadie, si desde allí donde moras sabes que desde hace más de diez meses estamos, estoy caminando por un nuevo camino de la vida, un camino que me ha impuesto el maligno carcinoma que le han detectado a Lola y que cada día estamos superando con la esperanza de que pronto será pasado. A lo largo de estos días que me parecen eternos, he pensado cuantas veces nos hubieras llamado para preguntarnos como estábamos, para animarnos, para darnos tus consejos, tus recomendaciones, tus sugerencias, en conclusión, para estar cerca como siempre lo has estado.
Un año más siento la necesidad de manifestarte una oración de gratitud, de amor, de perenne recuerdo. Mamá, hoy también soy feliz, tu recuerdo vive en mí y me cuesta imaginarte ausente para siempre porque siento que, aún sin tenerte, te vivo a cada instante.

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