martes, 12 de julio de 2016

COMO ME GUSTA EL VERANO

Que alegría que llega el verano con sus fiestas, sus verbenas, sus algarabías, sus algazaras, sus bullicios, sus juergas y para muchos las vacaciones, días de descanso y de agotamiento. Como me gusta el verano, es como si una fiebre de desorden se apoderase de las gentes. Llega el verano y los consabidos anuncios de los medios de comunicación que en tono alarmista hablan de las altas temperaturas de algunos lugares. Siempre ha sido así, pero ahora se habla de alerta naranja, de subida y bajadas de temperaturas, de consejos obvios y una retahíla de palabras cansinas, repetidas diariamente y machaconamente.
Llega el verano y las incomprensibles huelgas, retrasos y anomalías de los trasportes aéreos, ferroviarios o de cualquier otro tipo que impiden a unos disfrutar de un inicio cómodo de las vacaciones, y a otros, hacer que nos concienciemos de sus discordancias laborales que, como ya es habitual en este país, causan un trabajo precario, indigno y hasta mal remunerado.
Estas fechas me evocan acentuados recuerdos familiares, laborales, de viajes, de días de asueto en los que me distraía con la lectura, la preparación de los temarios para el nuevo curso. Las tertulias con familiares y amigos eran incesantes hasta altas horas de la noche mientras que bajo un tórrido sol buscaba refugio en el agua del mar, de la piscina, de algún rio o incluso en una alberca cuando de niño pasaba temporadas en la finca que regentaba mi inolvidable tío Alberto.
Estas fechas me permiten sentir la felicidad y el orgullo de ser padre, de visualizar mentalmente las  fotos que un año tras otro se han ido sucediendo a lo largo de la vida de mi hijo y que están repletas de anécdotas, momentos, vivencias, hechos que se han ido quedando en ese cajón de los recuerdos y que me gusta ir rememorando y visionando en mi mente. Un año más he podido decirle ¡¡¡MUCHAS FELICIDADES HIJO!!!!! Felicidades por tantas y tantas cosas que nombrarlas me resulta hasta difícil, pero que recogen su bondad, su constancia, su esfuerzo, su trabajo, su abnegación, su dedicación, su honradez, su honestidad, su creatividad, su …
Hoy, mientras medito como me gusta el verano, se graba un hecho más en la historia de mis días. Hoy hemos tenido la primera sesión de radioterapia. Proceso con el que esperamos salir de este ritual de tratamientos que llevamos viviendo desde el pasado noviembre. Que contrariedad, en el inicio de este periplo arreciaba el frio, ahora el calor del verano marca nuestros días. Con esperanza, con inquietud, con incertidumbre, con preocupación, con temor, con dudas y con un sinfín de pensamientos hemos pasado ya el momento que marcará un evento más y que nos invita a pensar con confianza que todo esto pronto será pasado, que pronto cerraremos el libro que hemos escrito en estas fechas y empezaremos nuevas páginas siendo: “Espejo y luz de cada uno, y del otro” reafirmándome en que cada día deseo dedicarle a ella, con gusto mi tiempo, mi esfuerzo de ser mejor cada día, mi ilusión y mi locura, mis ganas de vivir, y por un camino de esperanza,  juntos  vivir y caminar en paz asidos de la mano.

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