UN DÍA MUY ESPECIAL

A lo largo de la vida hay días que a las personas nos van marcando. Días y personas que en nuestra vida nos acompañan son lo que nos define como persona, lo que nos hace ser como somos y yo, en este día tan significativo de mi vida, pienso en todas esas personas que me han hecho ser quien soy y en todos esos días que he ido viviendo y que me gusta, hoy, reseñar por orden de importancia y cronológicamente,

El 10 de diciembre de 1947, era miércoles, como es lógico y obvio yo no lo recuerdo pero dicen que nací de madrugada en Córdoba.

Día 29 de enero de 1958 nuevamente miércoles. Ese día falleció mi padre a las doce de la mañana. Había llovido y tengo conciencia de que ese día perdí a mi padre y a mi mejor y gran maestro. Este hecho he de reconocer que me marcó en su momento y a lo largo de toda mi vida.

Día 13 de febrero de 1960, sábado, ingresé en el colegio de Huérfanos de Ferroviarios (C.H.F.) de León donde estuve internado durante cinco años y donde adquirí la formación humana y académica vital.

El 30 de abril de 1972, domingo, me casé en la iglesia de El Pilar y San Fernando de Ferrol, con lo que inicié una nueva etapa de mi vida.Día 11 de julio de 1973, miércoles, es un día caluroso de verano y nace a las 13:45 h mi primer hijo,  Emilio, y con gran felicidad, alegría y orgullo inicio mi etapa como padre.

El 31 de marzo de 1975, lunes de Pascua, a las 13:40 h  nace mi segundo hijo Iván que aporta una nueva y gran felicidad, alegría y orgullo a mi vida.

El día 2 de agosto de 1999, lunes, inicio en bicicleta, a las seis de la mañana, el Camino de Santiago en Roncesvalles y lo finalicé trece días después en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela. Camino de reflexión,  de vida, de esperanza y de renovación.

27 de julio de 2010, martes, en esa mañana veraniega al filo del mediodía las manos de mi madre se quedaban inertes entre las mías. Cuánto dolor y a la vez que alivio, que tranquilidad sentir aquellas manos que tanto me acompañaron en la vida, permanecían asidas a las mías hasta que agotó el último aliento de vida.

El 23 de agosto de 2011, martes, soy abuelo por primera vez de una preciosa niña, Claudia. El hecho me ha llevado a revivir con orgullo, satisfacción y alegría los momentos de mi paternidad que, aunque lejana en el tiempo, está muy cerca en mi memoria.

Día 12 de diciembre de 2012, miércoles, me jubilo como profesor en la Escuela Técnica y Profesional del Clot de Barcelona después de haber ejercido durante treinta y cinco años. Tiempo que para mi representó un gran crecimiento personal y profesional, ya que durante ese periodo también pude publicar varios libros de texto relacionados con la Tecnología de la ESO.

El día 21 de Junio 2014, sábado, contraigo matrimonio por segunda vez rodeado de mis hijos, hermanos, amigos que son testigos de que “Prometo dedicarle  con gusto mi tiempo, mi esfuerzo de ser mejor cada día, mi ilusión y mi locura, mis ganas de vivir, y por un camino de esperanza,  juntos  vivir y caminar en paz”.

Día 7 de octubre 2015, miércoles,  me siento invadido por un llanto interno que me abrasa cual metal fundido porque nuevamente la dolencia,  la enfermedad, el mal, el carcinoma se cruza en mi vida y más concretamente ubicado en esa mujer con la que comparto mi vida.

El día 10 de noviembre 2015, martes a las 8:30 intervienen a Lola de cáncer de mama y a su lado comparto el momento, la situación y, a pesar del golpe, intentando tener una actitud positiva frente a la enfermedad y saber transmitírselo a ella en cada momento, a cada instante.

El 30 de diciembre de 2015, miércoles, soy abuelo por segunda vez. Iván y Rebeca han sido padres de un precioso niño, Pablo, con el que Claudia  se siente feliz al igual que toda la familia.

Hoy sábado, 10 de diciembre de 2016, escribo estas fechas consciente de que omito muchas más de mi vida por falta de precisión y de espacio, pero que mantengo en mi memoria con mayor o meno exactitud y detalles al igual, que mantengo los nombres de todas esas personas que a lo largo de mis días me habéis ayudado a ser quien soy. Gracias por haberos acordado de mí en este día en que he cumplido un año más de vida. De esa vida que intento transmitir, de esa vida de la que he percibido su grandeza, la fuerza del amor, del cariño, del afecto, de la lealtad, de la amistad y de esos valores que he ido adquiriendo después de tantos años a vuestro lado.