martes, 15 de agosto de 2017

LA BURBUJA DEL TURISMO

No tengo conocimientos de economía ni soy experto en turismo. Soy simplemente un jubilado que diariamente recibe un bombardeo de información que ha de cribar y razonar para no volverse loco, ni dejarse influenciar por los intereses partidistas de la prensa o los  tertulianos, que venden más humo que realidad. Sé por experiencia propia que España, desde hace tiempo, ha sido un país receptor de turistas, pero en los últimos años ha crecido notoriamente la llegada de visitantes  a un país que se considera desarrollado y que basa ahora,  parte de su crecimiento económico, en el turismo. 
Algunas de las características que se indican de los países desarrollados son: Una elevada industrialización, un sistema financiero estable, un alto grado de escolaridad y de formación, cuentan además de los servicios básicos como energía eléctrica, servicios médicos y agua corriente, se cuenta con servicios de telefonía, telefonía móvil, internet, servicios médicos especializados, servicios policiales, legales y sociales al alcance de la mayor parte de la población. Los países desarrollados tienen un alto nivel de mano de obra calificada.
Curiosamente me llama la atención el hecho de que no he sabido ver que algunas de las características de estos países sea el turismo. Pero no niego que es una notoria fuente de riqueza social, económica y cultural. No se pueden poner “puertas al campo” y que se llega tarde, como siempre, para adoptar medidas para evitar masificación, desordenes públicos, explotación laboral, falta de recursos o servicios y todo aquello que repercute negativamente sobre los residentes de los lugares de masificación turística que no se ven beneficiados del aporte económico que generan los visitantes.
Mucho me temo que estamos, como en la época del bum inmobiliario, y que está próxima “la burbuja del turismo” porque todo el mundo quiere sacar “tajada” de la situación y esto está provocando aprovechamiento de unos, y protestas de otros, dada la saturación de algunos destinos y numeran el número de plazas hoteleras y a los apartamentos turísticos como responsables de las masificaciones y carencias de servicios, dado que los fondos de inversión inmobiliaria buscan con estos inmuebles la forma más rápida de rentabilizar sus inversiones.
Desgraciadamente el nivel de mano de obra en este sector tiene en muchos casos, alta formación para algo que, en determinados puestos, no necesita alta cualificación y el tipo de trabajo es precario, temporal, circunstancial, mal remunerado y sin las mínimas garantías de seguridad laboral. Trabajos que en el sector, especialmente en la oferta complementaria, tiene un cierto nivel de informalidad y de economía sumergida, pero al que se ven abocadas muchas personas por la necesidad de tener unos mínimos ingresos que auxilie su situación laboral y económica, que ayude a su integración social y a su desarrollo personal.
Se habla de turismo sostenible pero es difícil constatar que las actividades turísticas realmente sean  respetuosas con el medio social, natural, cultural y basta con ver la suciedad de las playas o de determinadas zonas turísticas donde, la globalización, la mercantilización de recursos y personas, consumo desaforado, el todo vale, el desorden, las agresiones físicas, el griterío, la algarada, la borrachera e irresponsabilidad medioambiental en todos los niveles impera por doquier.
Es imprescindible  y urgente llevar a cabo un inteligente estudio  sobre el tipo de turístico más deseable para el futuro teniendo presente su crecimiento o decrecimiento para evitar “la burbuja del turismo” y lo que ello puede repercutir en un país que se llama desarrollado y está en “crecimiento” económico.

1 comentario:

  1. Para que encontremos buenos consejos como los que nos brinda https://www.disponibleya.com/
    debemos hacer todo lo que este a nuestro alcance.

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