jueves, 19 de octubre de 2017

19 DE OCTUBRE: DÍA MUNDIAL DEL CÁNCER DE MAMA

Hoy es el día mundial contra el cáncer de mama y los medios de comunicación inmersos, absorbidos y atrapados por las noticias de Catalunya, la respuesta de Puigdemont, la aplicación o no del “famoso y desconocido” 155, parece que  se han olvidado de que hoy 19 de octubre es el día mundial del  cáncer de mama. Parece que se han olvidado y que somos como “marionetas” a las que “ellos” manejan los hilos a su antojo e intereses particulares y partidistas.
Tampoco en las redes sociales que comparto veo muchas referencias sobre este particular. Es una lástima que dé la impresión de que algo tan importante lo obviemos. He de ser sincero y decir que nunca había prestado excesivo interés por este día, pero si he tenido presente a aquellas personas que han padecido y superado esta enfermedad en cualquiera de sus alcances  y como no, a aquellas que he conocido y no han superado al virus causante de tantas muertes y tantas lágrimas.
La investigación, las revisiones periódicas, el diagnóstico precoz, la prevención han sido causas, entre otras, que han permitido el aumento de la supervivencia de las afectadas por este mal y esto está obligando a que, cada vez más, se implanten estas mesuras para evitar este  tumor maligno que es el más frecuente entre la población femenina. Los avances tecnicos, los especialistas, el personal sanitario en general y los hospitales son claves para poder remediar y superar más y mejor el cáncer de mama, por ello, creo que es preciso apoyar y estar al lado de quienes contribuyen a paliar esta dolencia.
Cuando llega el momento de ser víctima de este mal tenemos la tendencia de invitar a la persona a que tenga fuerzas y esperanza olvidando de que es preciso saber acompañar. Escribo acompañar consciente de que no significa simplemente estar al lado o ir de un sitio a otro por esos funestos pasillos de las consultas hospitalarias, a las interminable sesiones de quimioterapia y radioterapia. Acompañar, intento que sea compartir la vida, los ideales, los valores, las emociones, las inquietudes, las distracciones, las risas  y, sobre todo, los malos momentos, esos que ahora nos han tocado vivir pero sin distancias e intentando siempre saber escuchar, saber hablar, saber respetar sus degradaciones físicas o sus decisiones sobre su proceder y forma de vida sin excusar mi opinión y compartir a cada instante su dolor, su tristeza o su rabia, sin juzgarla, sin tratar de convencerla de que no debe estar así. Intento saber ver desde su mirada.
Hablo y escribo, quizás mal, pero con conocimiento de causa porque ya llevo dos años en esta “contienda” y son muchas las veces que me he preguntado qué decirle, qué hacer, cómo alegrarle el momento, cómo hablarle... He sentido y siento miedo de ser demasiado pesado, he hablado de conversaciones vacías de contenido, he fingido, tratando de animarla,  llenando sus oídos de absurdas expresiones optimistas carentes de utilidad la mayoría de las veces e incluso he dicho, tienes que ser fuerte, tú esto puedes superarlo…
Hoy 19 de octubre, reflexiono e invito a reflexionar sobre ello a la vez que me solidarizo con todas aquellas personas que o sufren en primera persona o entre sus allegados. Ánimo,  que pronto todo será pasado.

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