miércoles, 24 de enero de 2018

LOS TEBEOS

Dos de los personajes más populares y conocidos del cómic en español, Mortadelo y Filemón, acaban de cumplir 60 años y a juzgar por la creatividad, empuje, ingenio, iniciativa… de su creador, Francisco Ibáñez, a sus ochenta y un años, no se atisba la “jubilación” de estos personajes, “agentes de la TIA” que han sido y quizás siguen siendo la distracción de niños, jóvenes y no tan jóvenes “adictos” a esas historietas llenas de ingenio, imaginación y humor.
Este evento me ha hecho recordar aquellos años infantiles en el pueblo donde jugábamos en la calle, donde las “canicas” llenaban nuestros bolsillos, donde los juguetes eran escasos, donde la radio era una de nuestras distracciones o nos entreteníamos con la lectura de los TEBEOS, hoy cómics, de los que recuerdo publicaciones como: TBO, Pulgarcito, Jaimito, El capitán Trueno, El Jabato, Hazañas Bélicas, Efemérides Históricas, TinTin, Superman, Roberto Alcázar y Pedrín, El Guerrero del Antifaz, Pantera Negra, El Cachorro, Apache, Hazañas del Oeste, y algunos otros que no recuerdo y que quizás no se vendían en el pueblo donde vivía, pero que a veces en los viajes a otros lugares nos compraban.
Los tebeos nos permitían distraernos, el compartir, el intercambio, la lectura e incluso la memorización de nombres de aquellos personajes de ficción o historietas como “Los grandes inventos del TBO por el profesor Franz de Copenhague” “Carpanta”, “Las hermanas Gilda” “Mortadelo y Filemón”, “13 Rue del Percebe”, “El botones Zacarías”, “Zipi y Zape”, “La familia Ulises”, “El botones Sacarino”, “Anacleto, agente secreto”, “Rompetechos”, “Superlópez”, “Pepe Gotera y Otilio”, “La familia Cebolleta”, “Doña Urraca” entre otros a los que incluso imitábamos en nuestros juegos.
Los tebeos forman parte de aquellos tiempos donde estuvimos rodeados de serios riesgos ya que no había consejo alguno en las cajas de nuestros juguetes. En ocasiones, no figuraba ni el nombre, ni las instrucciones de uso,  ni el lugar de contacto con el fabricante e ignorábamos si los juguetes de de madera o plástico con los que jugábamos contenían piezas pequeñas o productos tóxicos peligrosos para nuestra salud. En aquel entonces donde la merienda, que nos comíamos jugando en la calle, era una rebanada de pan con aceite, con manteca de cerdo y azúcar o bañada en vino y azúcar o con una onza de chocolate, parte de nuestra ilustración, distracción y lectura era mediante de aquellas publicaciones infantiles cuyo asunto se mostraba en series de viñetas, popularmente conocidos con el nombre de “tebeos” y que ahora se denominan “cómics”.
Quiero con este post rendir homenaje y agradecimiento a los guionistas de aquellos tebeos con sus historietas ilustradas, con dibujos que también imitamos y copiamos, que  hicieron las delicias de muchos momentos de nuestra edad infantil llena de inocencia, imaginación, ilusión y vivencias que han determinado, de alguna manera han determinado  nuestra vida adulta. Os exhorto a seguir cumpliendo años y muchas gracias a todos por saber sobrevivir en “épocas difíciles” e incluso, algunos, en la actualidad.

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