miércoles, 31 de enero de 2018

EL DIMINUTIVO

El diminutivo, el diccionario de la lengua española lo define como: “Dicho de un sufijo: Que expresa disminución, atenuación o intensidad de lo denotado por el vocablo al que se une, o que valora afectivamente su significación. Frasquito, problemilla y ahorita contienen sufijos diminutivos”. Nada dice de cómo y cuándo hay que usarlo en el lenguaje oral y últimamente parece que se ha puesto de “moda” como en su día se popularizaron frases o formas como: “Ahora no toca” “Si o vale” en forma de interrogación después de una explicación, “Vamos, vamos, que nos vamos”, “Cómo mola”, “Nos damos un telefonazo” entre otras.
Personalmente estas formas de expresión oral de diminutivos, me chocan al oírlo con tanta frecuencia, por ejemplo en determinados bares o restaurantes el camarero nos  ofrece una cervecita, una tapita, un platito, un postrecito, una copita, un bocadillito.... Cuando en realidad el contenido de lo ofertado nada tiene que ver con el "diminutivo" empleado. Otro caso es en algunos/as locutores/as de radió que se dirige a su audiencia, oyentes o radioescuchas con expresiones como: “Buenos días, tenemos una mañanita fresquita con nubecitas en el cielo y el termometrito marca diez graditos.
Cuando quizás lo más correcto sería “Buenos días, tenemos una mañana fresca con nubes y el termómetro marca diez grados.
Entiendo, que al no ser de letras y sólo un lector habitual,  lo que escriba aquí es subjetivo y criticable, pero quiero hacerlo como cliente y oyente, aun a sabiendas de que no lo leerá ningún locutor o camarero. Soy consciente de que no hay regla ni ley alguna que prohíba el uso de los diminutivos ni por los trabajadores de cara al público, ni en los medios de comunicación, de la misma forma que no existe la normativa que obligue a usarlos constantemente. Yo, a veces, considero que  el uso excesivo del diminutivo es directamente proporcional al nivel de ridículo que hace el que los utiliza y más si consideró que en ocasiones, pueden tener un sentido despectivo, según el contexto ya que también, el diminutivo, expresa indiferencia y despego que denotan menosprecio
Con este escrito no pretendo faltarle el respeto o molestar a nadie  y soy consciente de que no cambiará la forma de expresión de quienes son adictos a estos innovismos y posiblemente el uso de ellos no tiene la misma relevancia e importancia en función de la edad  y seguro que no produce el mismo efecto un diminutivo en un adolescente que en un señor entrado en años o en función del contexto en que se emplean.
Entiendo y comparto que al hablar sobre este tema, de los vocablos o frases correctas o incorrectas, es mejor ser cautelosos porque, rasgarse las vestiduras por el uso de tal o cual palabra es una verdadera futilidad habiendo cosas más importantes, de las que tratar, en la vida cotidiana.

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