domingo, 6 de mayo de 2018

MAYO Y DÍA DE LA MADRE

Mayo y primer domingo y como manda la “tradición” festejamos, una vez más, el “Día de la Madre”  exhorto a celebrar este día, me encanta poder mostrarles nuestro afecto y cariño y quiero con estas palabras, un año más, hacer un sincero y sencillo homenaje a mi madre, a la madre de mis hijos, a la madre de mis nietos, a todas las madres que han sido y son el pilar base en la educación de los hijos. A todas esas mujeres que se sacrifica o renuncia a sus deseos o intereses, generalmente por sus hijos y que tan pocas veces son reconocidas por la sociedad. Hoy también hay que dar las gracias esas madres incansables, a esas que siempre trabajan entre bastidores por el bien de su familia, y hoy es una buena oportunidad para hacerlo
Mayo y Día de la Madre en que deseo que tengáis un día muy feliz y que siempre encontréis en vuestros hijos y en la sociedad el reconocimiento a vuestra entrega y dedicación a la familia, de la que sois el pilar fundamental que la sostiene.
Hoy, yo ya no tengo cerca a mi madre, pero la recuerdo de forma especial. A ella debo, no solamente la vida, sino todo cuanto ha hecho y velado por mí. Imposible obviar que me ayudaste a dar mis primeros pasos. A ti atribuyo todos mis éxitos en esta vida porque tú fuiste la primera en enseñarme a afrontar los retos del día a día, los valores que conforman a la persona, así como la capacidad de tener una vida plena y hacer feliz al otro, y tantas y tantas cosas que obvio describirlas pero que no he olvidado, y que ahora me place dejar que mi mente las recuerde, deambule por el pasado, vuelva a unos períodos lejos en el tiempo pero cercanos en la memoria.
Mamá, de alguna forma, en este día queríamos agradecerte todos tus desvelos e intentábamos compensarte, con más o menos acierto, con un obsequio, un regalo quizás sencillo, seguro que tú te merecías más pero intentaba compensar mi deficiencia transmitiéndote todo el cariño que era capaz de transmitirte.
Mayo y Día de la Madre que me induce a pensar en las madres que conozco y  también en tantas y tantas mujeres valientes que por diversos motivos no tienen hijos. Mujeres que están llenas de amor y cariño que vuelcan sobre los hijos de los demás. Mujeres que deseo que a lo largo de la vida encuentren y vivan el cariño de esas personas a las que tanto están dando y son capaces de sacrificarse por ellos como si de sus hijos se tratara. Mujeres que no tienen hijos pero tienen un gran corazón, una gran generosidad, un incondicional cariño, una ilimitada bondad.
Hoy y ahora también deseo dirigir mi mirada a tantas madres fallecidas por la violencia de género, bajo las bombas o que se hunden en el mar para siempre, dedicando su último pensamiento a preguntarse si sus hijos sobrevivirán, y si lo hacen, quién cuidara de ellos, quien les ofrecerá el cariño de una madre, quien los guiara por la vida con los mismos deseos que ellas tenían.
Me faltan palabras para seguir hablando de la nobleza de la mujer, de la grandeza de las madres por eso os dejo este poema que, para mí, muestra todo lo que significa una madre  COMPRANDO MADRE

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