Ye
hemos vuelto todos de vacaciones, hemos comentado la vuelta al colegio
centrándonos más en el gasto que esto representa, que en la gran necesidad de
formarse y de transmitir ilusión y esperanza a los alumnos.
Hemos
vuelto y sorprendentemente lo que en un tiempo fueron “brotes verdes” hoy son “raíces vigorosas”. Si en su día los
brotes, que biológicamente son más fáciles de ver, no los vimos desarrollarse,
me permito dudar de las raíces que ocultas bajo tierra se perciban fácilmente.

En
cifras comparativas el número de personas que buscaron ayuda en esta
organización humanitaria representa un 31% de aumento en un año frente al 24,6%
del año 2008. En la organización apuntan que los hogares con más miembros o con
personas dependientes, las madres solteras, las familias afectadas por la
violencia de género, los emigrantes, los jubilados, son entre otros, los
colectivos más vulnerables y abocados a la indigencia y a solicitar ayuda a las
organizaciones humanitarias. ONGs, que como Caritas, denuncian que al mismo
tiempo que se dispara la pobreza, se reducen los fondos públicos que ha
recibido del Estado que han sido los más bajos de los últimos cinco años.
Los
“ministeriales pregoneros” hablan de recuperación mirando hacia el lado donde
no se constata que "España es uno de los cinco países europeos donde más
ha aumentado la desigualdad social". En España se han reducido
drásticamente las políticas sociales en estos años tan difíciles, limitándose
cada ministerio a hacer su política, que en su conjunto provocan un colapso
para las familias causando la marginación y la brecha entre ricos y pobres y
constatan que ni hubo brotes verdes ni hay raíces vigorosas. Solo hay personas
solidarias que aportan su voluntariedad y unos alimentos no perecederos para
paliar el hambre de sus conciudadanos. ¡¡¡Gracias a quienes colaboran!!!
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