martes, 28 de junio de 2016

¿Y AHORA QUÉ?

Sí, ¿y ahora qué? Creo que esta es la pregunta que se formulan muchas personas, yo entre ellas, después de las elecciones del 26J y del desastroso resultado de las encuestas. No voy a dar una respuesta, a mi parecer hasta los más expertos politólogos no la tienen. Lo que sí es seguro que tras dos comicios en seis meses, sólo hay dos alternativas, la formación de un nuevo gobierno o volver a repetir elecciones dentro de unos mese. El estribillo que más está sonando, o no ha dejado de sonar, es qué partidos formarán gobierno y quienes pactarán con unos y con otros, y en este baile de cifras y de opiniones nada queda claro, bueno sí, queda claro que el partido que gobierne no tendrá mayoría parlamentaria y esto, bajo mi modesta opinión, puede ser bueno para un país donde el pueblo ha perdido gran parte de sus derechos.
 La participación en las elecciones generales de este 26-J ha sido del 69,84%, ligeramente superior a la del 20-D, cuando se registró un 69,67% lo que demuestra que no se ha penalizado a la clase política con la abstención, pero lo que ha resultado llamativo es el que el PP después de todos los casos de corrupción y otras “triquiñuelas“ haya obtenido 137 escaños y lo haya celebrado desde el balcón de una sede reformada y pagada de forma fraudulenta.
El PSOE se ha quedado con 85 escaños, resultado nefasto pero salva los muebles y sigue siendo la segunda opción política de este país y con un gran retroceso que le obliga a replantearse su proximidad y acercamiento al electorado que no ha valorado el que su líder pretendiera formar gobierno con las otras “fuerzas del cambio”
Unidos Podemos, coalición electoral conformada por Podemos, Izquierda Unida, Equo y otras formaciones de izquierdas que aspiraban así, muy unidos, se ha quedado con 71 escaños lo que hace constatar que Podemos no rentabiliza su acuerdo con IU y se queda con la mano tendida y muy lejos del “sorpasso” pero cerca del “trompazo” y es que como dice un proverbio catalán “ No es pot dir blat fins que no estigui al sac i ben lligat i, a més, venut i cobrat” (“No se puede decir trigo hasta que no esté en el saco y bien atado y, además, vendido y cobrado "). Con menos demagogia, ambigüedad, absolutismo, arrogancia, “sillones” y más humildad, dialogo, generosidad y pensando realmente en el pueblo, posiblemente hubieran hecho que los globos morados y rojos inundasen la noche electoral. Se ha ido sembrando el miedo a que gobierne Podemos y algunos se lo han creído.
El partido liderado por Albert Ribera, Ciudadanos, pierde 8 escaños y se queda con 32 lo que merma su  “hegemonía” porque sus escaños ya no sirven para definir por sí solo el color del gobierno. Sus esfuerzos de pactos con el PSOE no solo no han sido recompensados, sino que parecen haber sido sancionados.
¿Y ahora qué? Con este panorama creo que algunos sólo esperarán a que España vuelva de la Eurocopa con el sabor amargo de la derrota porque parece que aquí no se le hace caso ni a la corrupción política, y lo único importante es el futbol. Por cierto, séquense las lagrimas ante el fracaso de la selección española y porque el “gran” Messi deja la selección argentina. Sólo se me ocurre decir que antes de que deje España, pague lo que nos debe.
En cierta ocasión escribía No entiendo nada, ¿se nota? Pues bien, hoy lo reescribo, No entiendo nada, ¿Y ahora qué?

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