lunes, 26 de febrero de 2018

ADIÓS FORGES

Ante la noticia del fallecimiento de una persona, he procurado no ser indiferente y, en este lugar he ido dejando mi pensamiento y mi recuerdo sobre ese  ser que ha fallecido y, que de alguna forma, ha sido importante para la sociedad por lo que a ella ha aportado o porque ha sido de forma trágica. Para mí este hecho lo he explicitado cuando se ha tratado de un familiar, de un allegado o de personas que han contribuido a mi formación, he convivido con ellos o de los que he aprendido valores relevantes de su vida.
A la lista de personas, de las que en mi blog he dedicado un espacio, como: Rafael Chirbes, Nelson Rolihlahla Mandela, Adolfo Suarez, Fidel Castro, María Pallares, Juan Goytisolo, Gabriel García Márquez, Paco de Lucia, entre otras, ahora, por desgracia, he de añadir la de Forges (Antonio Fraguas de Pablo).
Desde este lugar, con mis pobres y sencillas palabras, quiero rendirle mi pequeño homenaje porque también me siento uno de esos españoles que nos quedamos huérfanos de sus “viñetas”, de un referente de sabiduría y de defensa de los valores democráticos.
Cuando he sabido de su fallecimiento, lo he lamentado. Él me hizo reír con sus viñetas, me enseño a poner un tono de humor en mi vida y trasmitir una sonrisa a quienes están o han estado a mi lado. Admiré su ingenio, su creatividad, me favoreció aprender a ser un tanto “satírico” a ser, crítico, agudo, picante y mordaz, para censurar o ridiculizar algunas actuaciones o “personas” con respeto y sin intención de herirlos.
Sus “obras”, de trazo peculiar, original, único, arrancaban una sonrisa que no estaba contaminada por la envidia, ni por el odio, ni por la antipatía, ni por la rabia, una sonrisa sin violencia, una sonrisa sin rencor, una sonrisa limpia, una sonrisa que mostraba y nos permitía ver la injusticia del entorno, del momento, de la situación, de la sátira, una sonrisa llena de ingenio y creatividad. Con su particular forma de ver la vida en viñetas, dejó su huella en cientos de sitios por los que pasó y en la memoria de muchos de los que nos hemos detenido en la página del periódico o de la revista para leer, entender y prorrumpir una carcajada o esbozar una sonrisa con su nueva viñeta.
Siento con mucha pena su muerte. Seguiré riéndome con sus ingenuidades y si más de una vez derrame lagrimas de risa con sus “viñetas” hoy lo hago por su fallecimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario