De los claustros de un monasterio, fuertes lo muro y viejo el tiempo, aprendí de un surtidor la canción que a cantar vengo.
Aguja de agua al viento rota ilusión; la vida que se
escape, el surtidor. Volcán deshecho en agua, flecha quebrada, deseo,
no logrado, esperanza no extenuada, vida en un ansia. Surtidor, vida
rota, da tu canción: “Mi canción es ir dando, ir dando amor”.
Saltar roto en lágrimas, llorando
ausencias, y beber aspirando claras estrellas. Canción de no cansarse, no ver
atrás, sonreír entre lágrimas, dar
siempre, dar.” Friso roto en el aire,
saeta al céfiro flecha, hacia Dios,
suspiro de lo eterno: mi surtidor. Imagen de la vida: primero salto, torrente
vacilante después remanso. Deseo de infinito, hito hacia el cielo, canción de
la constancia, grito de aliento. Da, da. Sin cansarte, da generoso. Siembra al
viento que pasa tu rio de oro.
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