Desde mí asiendo en el AVE Barcelona-Sevilla
puedo ver que el tren ha alcanzado una velocidad de 300km/h. y esto me ha
llevado a pensar y preguntarme si al maquinista le gusta correr.
Posiblemente este maquinista y esta
velocidad (300km/h) le debe parecer una temeridad al periodista (por referenciarlo con una profesión) que se permitió
publicar sobre el maquinista del tren ALVIA que descarrilo el pasado 24 de julio
en Santiago de Compostela. Me parece grotesco que se haga referencia a un comentario
“irónico” que publicó en Facebook el
maquinista de dicho tren.
Después de haber publicado en mi bloc un
artículo ("CURVA DE ANGROIS") referente al
fatídico accidente me llego un
correo, que con permiso de su remitente,
a quien no tengo el gusto de conocer me permito publicar, después de haberle
pedido permiso para hacerlo. Dice así:
“Estimado Sr. Manrique:
Mi nombre es Miguel A. Hacar.
Le adjunto este enlace pues tal vez le resulte interesante.http://vimeo.com/elfoii/angrois
Mi padre, Miguel Ángel Hacar Benítez (Ing. De Caminos C. y P.) y
Carmen Bermejo (Ing. Tec. Agrícola) publicaron en 1996 el libro titulado Accidentes
y Catástrofes en el cual ya se comentaban algunos de los accidentes que
pudieran producirse por causas imputables a la ausencia de técnicos en las
decisiones de su competencia y/o a la desidia de algunos políticos más
preocupados en “ahorrar” dinero que en mejorar la seguridad.
Saludos cordiales,
Miguel Ángel Hacar www.rtm.es”
Visto el enlace referido le respondí en
los siguientes términos:
“Permítame que le agradezca su atención e interés por la lectura y
respuesta al artículo CURVA
DE ANGROIS publicado en mi blog y que me sorprende como ha podido llegar
hasta el post o a mi blog.
He podido visualizar el
enlace referente al video que informa y muestra como la aplicación
OziExplorer (http://www.oziexplorer.com) puede
mejorar la seguridad en la conducción. Sinceramente me he quedado muy
sorprendido al comprobar como una aplicación con un coste relativamente “ínfimo
y ridículo” comparado con el precio de “una vida” , si es que una vida
puede tener precio, si bien al parecer para determinadas personas la valoración
de la vida es algo que supeditan a sus intereses personales. Perdone mi
retorica, pero me indigna tanta falta de responsabilidad y desidia de quienes
han de velar por la seguridad de las personas y evitar, como Ud. muy
acertadamente dice, “accidentes que pudieran producirse por causas imputables a la ausencia
de técnicos en las decisiones de su competencia y/o a la desidia de algunos
políticos más preocupados en “ahorrar” dinero, que en mejorar la seguridad”.
No he tenido ocasión de leer el libro escrito por sus padres ”Accidentes
y Catástrofes” pero sí que creo que podría ser de gran utilidad para
quienes asumen la responsabilidad de velar por la seguridad vial.”
Espero y deseo que a quienes les
corresponda, tengan conocimiento de que desgraciadamente, una vez más, personas
inocentes pagan con sus vidas, las incompetencias o negligencias de aquellos
que tienen la responsabilidad de cuidar por la seguridad de los ciudadanos.
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