Hoy
lloran las guitarras. Hoy un temblor recorre el mundo de la música. Hoy se han callado
las guitarras. Hoy las guitarras están guardando silencio por la muerte de un
andaluz, de un maestro, de un genio modesto, humilde, risueño, una leyenda del
flamenco, el que lo engrandeció, el más grande de la guitarra, el gran músico
por antonomasia.
Hoy,
la luctuosa noticia del fallecimiento del algecireño Paco de Lucia (Francisco Sánchez Gomez), ha relegado las noticias de las
políticas y eventos que habitualmente llenan los noticiarios. Palabras sobre Paco
de Lucia, su vida, su grandeza, su maestría, su obra sin parangón, han
permitido conocer, más y mejor, al guitarrista del Mundo. Él revolucionó la guitarra.
Inventó nuevas melodías, nuevas sinfonías, mezcló el flamenco con el jazz y fue un gigante de de este instrumento tan clásico y español.Cuando tocaba, con el ceño, el entrecejo fruncido y abrazando a la guitarra, sus dedos, con destreza sin igual, se desplazaban por el mástil y apretaban los trastes haciendo sonar sus cuerdas que emanaban melodías y acordes que inundan el alma, el alma del homenajeado guitarrista y del que lo escucha.
Su fallecimiento me ha trasladado a los recuerdos de antaño, a rememorar las veces que su música me acompañó en los ratos de silencio, de nostalgia, de estudio, de viaje, de asueto o de ocio. He vuelto a revivir los momentos en que mis hijos rascaban las cuerdas de mi vieja guitarra y hacían vibrar acordes que con el tiempo perfeccionaron.
Entre dos aguas, ha fallecido el compositor de “Entre dos aguas” y hoy por el “Doblan las campanas” mientras mi recuerdo lo acompaño con los versos de Machado
Guitarra del mesón que hoy suenas jota,
mañana petenera,
según quien llega y tañe
las empolvadas cuerdas.
Guitarra del mesón de los caminos,
no fuiste nunca, ni serás, poeta.
Tú eres alma que dice su armonía
solitaria a las almas pasajeras...
Y siempre que te escucha el caminante
sueña escuchar un aire de su tierra.
mañana petenera,
según quien llega y tañe
las empolvadas cuerdas.
Guitarra del mesón de los caminos,
no fuiste nunca, ni serás, poeta.
Tú eres alma que dice su armonía
solitaria a las almas pasajeras...
Y siempre que te escucha el caminante
sueña escuchar un aire de su tierra.
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