viernes, 14 de marzo de 2014

LLEGA LA PRIMAVERA



En estas mañanas frías, de molesto viento, en las que el sol apenas deslumbra y calienta, parece que empieza a nacer otra nueva primavera. En estas mañanas voy rodando por carreteras locales, secundarias, vías de servicio, caminos, carriles, trochas, senderos y veredas pedaleando  sobre la bicicleta que me desplaza permitiéndome descubrir nuevas mañanas, viejos campos con nuevos colores.
Las orillas y cunetas del recorrido, están ya repletas de verdor que marca la separación entre la zona de tránsito y los campos de labranza. Orillas y cunetas donde crecen matorral, esparragueras, hinojos o cardos de géneros y especies variopintas y propias del lugar.
Las orillas y cunetas del recorrido están adornadas, entre otras plantas silvestres florales, de margaritas de pétalos blancos y flósculos centrales amarillos, de malvas con flores violetas, jaramagos de flores amarillas pequeñas, y por las rasadas o rojas amapolas primerizas.
El almendro ha perdido su floración y presenta pequeñas hojas verdes.  En los olivares o diseminadas encinas, higueras, alcornoques, quejigos, algarrobo o acebuches se muestran nuevos tallos y hojas  pregonando  que llaga la primavera y en los cuales anidan, se posan o revolotean gorriones, jilgueros o palomas torcaces que al anochecer guardaran silencio, callaran su piar, su trino, su canto alegre que percibo por doquier dando alegría a mi mañana, a mi día, a mi hora de transitar por estos parajes. Aves que me hacen levantar la cabeza para verlas revolotear y batir sus alas para acercarse, alejarse dejando en el aire un concierto de gorjeo primaveral.
Al paso por las proximidades de riachuelos se levantan colleras de patos al igual que lo hacen las de perdices que alzan el vuelo o están agazapadas vigilando por donde revolotean las águilas que con sus alas extendidas planean a gran altura y escudriña en busca de sus víctimas.
Mientras transito viendo el verde trigo y los nuevos colores primaverales que tanto recuerdos me evocan, rompe mi silencio el ruido de un tractor que marcha por las proximidades o labora preparando los campos para la siembra de los productos que a la postre germinarán y darán sus frutos.
¡Ay, quién supiera escribir! como los poetas, como los escritores y loar a la primavera, al amor. ¡Ay el amor! siempre el amor, que por estas épocas florece o se desbarata. El amor adolescente, perpetuo, pasajero, secreto, cómplice, carnal, banal, lisonjero, corrupto, longevo. Amores  sufridos, benignos y sin envidia,  amores prohibidos, y que han sido, son o serán leyenda.
Llega la primavera con una explosión de luz y color que viste y engalana los campos con un armónico manto polícromo denotando la esperanza de la vida con olor a azahar y claveles.
Llega la primavera que invita a pensar, a quienes en el bastidor de su mente tejen bordados de soledad con hilo de recuerdos enhebrados en aguja de nostalgia.


20 de març de Joan M. Serrat

 

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