miércoles, 19 de marzo de 2014

NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Mucho se ha escrito y, desgraciadamente se sigue escribiendo, sobre “la violencia de género” y en especial, cuando un acto tan repudiable como este se produce. No es suficiente con recordar, cuando se produce un hecho luctuoso, el número de teléfono 016 y recordar que no deja ningún rastro en la factura del teléfono, es urgente y necesario más medios, más recursos para que esto no acontezca.
Yo, poco puedo añadir sobre lo mucho que se ha escrito y se escribe al respecto. No suscribo determinados puntos de vista y la verdad es que respeto y comparto el proceder de quienes son víctimas, junto con sus hijos, de las barbaries que en nuestro país y allende de sus fronteras acontecen. Nadie puede ponerse en el lugar de las víctimas, nadie puede dar sugerencias ni consejos de cómo actuar y menos, cuando la situación de desigualdad social que se está generando obliga a vivir de forma tan precaria a muchas mujeres, madres e hijos. Mujeres, madres e hijos indefensos, que son maltratadas por hombres cobardes, mezquinos, ruines, ignorantes y que no merecen, ni tan siquiera, el ser llamado “hombres”.
Quiero dejar mi homenaje, mi solidaridad, mi recuerdo, mi testimonio, mi impotencia, mi indignación, mi protesta hacia quienes física o psicológica son víctimas la violencia de género.
Para ello, quiero adjuntar este poema “VENGO DEL AYERde Jenny Londoño ecuatoriana, escritora, poetisa, historiadora socióloga y activista a favor de los derechos de las mujeres. El citado poema ganó el primer premio en el concurso de poesía Gabriela Mistral de Quito, en 1992.
Realmente es conmovedor e invito a oírlo recitar por Mercedes Pérez.

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