TAN
RÁPIDO
Y el cielo grisáceo se tornó de color plomizo tan rápido
que no me dio tiempo a contemplarlo lentamente, fue tan rápido, que se tornó
negro en un instante y percibí rápidamente,
grandes gotas que caían sobre mi
cuerpo tan rápido que no me dio tiempo ni a protegerme. La tierra sedienta las
empapo y absorbió tan rápido tantas gotas, que no lo le dio tiempo a que
aquellas aguas fluyeran por los arroyos. Fue todo tan rápido como un parpadeo,
tan rápido como el vuelo de un pájaro, tan rápido como se disipa el eco de la
campana, tan rápido como una hoja es transportada por el viento. Entonces me
detuve rápidamente alargue lentamente mi mano y le pedí apresuradamente que me la cogiera, que no la soltara en la
vida, porque ahora, que no podía ir rápido, necesitaba que fuera mi cayado para
caminar sin premuras por el sendero de la vida. Necesitaba ver rápido los
crepúsculos del atardecer y contemplar perezosamente la policromía del fin del
día que lentamente declina cuando el sol se eclipsa por el horizonte.
Todo ocurría tan rápido tan raudo, que ni percibí que, había vivido tan rápido, que no me había dado
tiempo a contemplar lentamente el paso de la vida. A descubrir cómo habían
crecido mis descendientes. Todo había sido tan rápido que ya era patriarca
y abuelo de cabellos canosos cargado de
esperanza, ilusión y anhelo.
VIEJOS
CAJONES
Voy tan rápido como puedo intentando no detenerme ni un
solo instante, y en esta presurosa y vertiginosa espantada contra el tiempo
pretendo concordar mis ya precarias habilidades físicas con las mentales, en la
que ando abriendo y cerrado, mis viejos y
oxidados cajones y voy desempolvando de ellos papeles, incluso
caducados, ajados y envejecidos pero que fortifican mi memoria e incrementan mi
fuerza llenándome de timidez y desconcierto.
TRISTE
Triste es la partida cuando se olvida la alegría de la
llegada
Triste es una flor marchita cuando se olvida como ha sido
su fragancia y el color de sus pétalos
Triste es la muerte cuando se olvida la alegría de vivir
Triste es esperar una llamada cuando se olvida cuando
llamaste tú por última vez
Triste es ver alejarse una ola hacia el horizonte después
de besar la arena y se olvida que volverá con espuma en su cresta y volverá a
irse y volver mientras la luna en la mar centella.
Triste es contemplar el crepúsculo cuando se olvida La
policromía de la aurora que nos augura un bello día cargado de esperanza
Triste es la partida cuando se olvida la alegría de la
llegada
Triste es una flor marchita cuando se olvida como ha sido
su fragancia y el color de sus pétalos
Triste es la muerte cuando se olvida la alegría de vivir
Triste es constatar que olvidamos más que recordamos
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