Nuevamente las noticias del día tienen el mismo estribillo, crisis, crisis, crisis. Desde que empecé a tener un salario, he conocido y vivido la crisis de los setenta que para algunos historiadores llega hasta los 90. Posteriormente a mediados de los 90 constato que nuevamente el alza del número de parados se deja sentir en nuestra piel de toro. Ahora, cuando muchos constatábamos una burbuja inmobiliaria que tendría graves consecuencias, nos vemos envueltos en una nueva crisis.
Vuelve el paro, se destapan corrupciones, los que tanto han ganado piden auxilio, los bancos ofrecieron hipotecas a bajo interés y una vez que han conseguido un gran número de hipotecados ahora suben los intereses y como siempre los consumidores somos victimas del encarecimiento de la vida y se proponen como solución, abaratamiento del despido, 65h semanales de trabajo atentado contra la seguridad laboral, contra la conciliación del trabajo y la familia, contra el descanso mínimo de 12 horas entre jornadas, contra la calidad de vida y contra innumerables desventajas. Nuevamente constato que las crisis son cíclicas, tiene algo de monótono, de repetitivo, de miedo, de inseguridad, de medidas paliativas, de propuestas inviables, de sugerencias, de recomendaciones, de fotos de los de siempre, de miles de chorros de tinta hablando de lo que los economistas no han sabido preveer.
Yo me permito recomendar leer el artículo del PAÍS de 25-9-2008 http://www.elpais.com/articulo/opinion/Crisis/ciclos/historia/elpepiopi/20080925elpepiopi_5/Tes
Afortunadamente hay llamamiento a la calma, a ser positivos ante las adversidades, el pesimismo no construye.
Mientras suena el mismo estribillo, crisis, crisis, crisis, amanece un nuevo día envuelto por una espesa niebla, en mi patio el jazmín sigue floreciendo e invadiendo con su aroma el recinto de blancas paredes donde a medida que avanzas los días y los meses hacia el solsticio de invierno, el sol tarda más en reflejarse en ellas.
Vuelve el paro, se destapan corrupciones, los que tanto han ganado piden auxilio, los bancos ofrecieron hipotecas a bajo interés y una vez que han conseguido un gran número de hipotecados ahora suben los intereses y como siempre los consumidores somos victimas del encarecimiento de la vida y se proponen como solución, abaratamiento del despido, 65h semanales de trabajo atentado contra la seguridad laboral, contra la conciliación del trabajo y la familia, contra el descanso mínimo de 12 horas entre jornadas, contra la calidad de vida y contra innumerables desventajas. Nuevamente constato que las crisis son cíclicas, tiene algo de monótono, de repetitivo, de miedo, de inseguridad, de medidas paliativas, de propuestas inviables, de sugerencias, de recomendaciones, de fotos de los de siempre, de miles de chorros de tinta hablando de lo que los economistas no han sabido preveer.Yo me permito recomendar leer el artículo del PAÍS de 25-9-2008 http://www.elpais.com/articulo/opinion/Crisis/ciclos/historia/elpepiopi/20080925elpepiopi_5/Tes
Afortunadamente hay llamamiento a la calma, a ser positivos ante las adversidades, el pesimismo no construye.
Mientras suena el mismo estribillo, crisis, crisis, crisis, amanece un nuevo día envuelto por una espesa niebla, en mi patio el jazmín sigue floreciendo e invadiendo con su aroma el recinto de blancas paredes donde a medida que avanzas los días y los meses hacia el solsticio de invierno, el sol tarda más en reflejarse en ellas.
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