miércoles, 13 de noviembre de 2013

TELEVISIÓN Y CARIDAD



A decir verdad, nunca he sido muy partidario de programas como Teletón o Telemaratón evento benéfico televisado, con el fin de recaudar fondos para instituciones de caridad, de investigación de enfermedades o para los afectados por un determinado tipo de enfermedad.
No soy muy partidario, porque si bien la caridad es una gran virtud, no un parche, no siempre se puede recurrir a ello para paliar las necesidades que, según mi opinión, han de subsanar los organismos destinados para tal fin.
Distinto es el caso de que se organicen programas, para casos puntuales de catástrofes o siniestros en que la ayuda humanitaria no solo es necesaria sino imprescindible.
Hace tiempo que en el Canal Sur de Andalucía y conducido por Toni Moreno puso en antena “Tiene arreglo” magazine donde cualquier persona con alguna carestía vital básica puede solicitar ayuda, y cualquier telespectador “persona solidaria” puede llamar y entrar en directo para resolver esa necesidad. Puede ser de cualquier tipo: dinero, comida, muebles, reformas en la casa, cirugías, tratamientos dentales, … cualquier historia con carnaza y morbo sirve para rellenar tiempo en este programa.
Y ahora es TVE con Toñi Moreno, crear “Entre todos” un “programa de solidaridad ciudadana”; lo que viene siendo un “Tiene arreglo” a nivel nacional que emita para toda España las miserias particulares de cada uno.  La presentadora se convierte en juez, jurado, abogado, artífice y protagonista de todo lo que ocurre en cada historia. Se investiga sin cautelas en el pasado y las desdichas personales de cada uno, explotando hasta el fin un problema de índole personal y haciéndolo público. Si se llora ante la pantalla tienes más puntos; si te mareas y haces como que desfalleces, entonces te conviertes en la estrella.
Hace unos días un joven espectador denunció, en directo,  la cuestionable mecánica del formato ”Entre todos” con este testimonio: “Este programa lo que está haciendo es fomentar la caridad y es el Estado de bienestar quien debe cubrir estas necesidades. Ustedes están jugando con los sentimientos de las personas. El Estado debe intervenir y no recurrir a la caridad“. La presentadora se quedó sin demasiadas palabras y acusó al espectador de colgar el teléfono sin dar pie al debate.
Al mostrar estas situaciones, no se vislumbra ningún tipo de acusación a la precaria situación en que viven muchas personas, no se habla de recortes en ayudas para la dependencia de las personas mayores, de la falta de recursos para la educación, la investigación, ni se comentan las aberrantes cifras de paro cuando una familia no puede comer y está sin trabajo, y tampoco se habla de la caída gradual del sistema de salud cuando alguien no dispone de liquidez para pagar los medicamentos que la Seguridad Social no lo cubre.
No estoy criticando el fondo del programa; me parece maravilloso que se fomente la solidaridad entre los ciudadanos, que haya personas dispuestas a dar lo suyo para ayudar de forma desinteresada, y ojalá este tipo de acciones tuvieran mayor cabida sin necesidad de salir por la tele.
Critico las formas, la penuria, el silencio, la indiferencia ante la exclusión social que producen las lagunas en Sanidad, educación, servicios sociales, ayuntamientos y otros organismos públicos.

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