domingo, 23 de octubre de 2016

E-MAIL GRATIFICANTE

El hecho de tener una dirección de correo electrónico (e-mail) implica que entren en el “buzón” muchos mensajes inútiles o de propaganda que inmediatamente marcamos como no deseados o como correo basura o Spam, pero a veces, también llegan algunos que a mí me causan una gran satisfacción, una gran alegría, una cierta nostalgia ligada con mi vida profesional como profesor, y que he desarrollado durante treinta y cinco años. Hoy quiero dejar constancia, en este lugar, del correo que me ha llegado, mostrar una carta, una gratificante carta de un ex alumno. Los comentarios son libres, yo solo puedo decir que, una vez más, me emocioné al leerlo y solo sé decir GRACIAS. Este es el texto integro:

“Eres Emilio Manrique, el profe de dibujo!
Ostras Sr. Manrique! qué sorpresa más agradable encontrarte en este enorme universo “internáutico”! Me ha costado un poco reconocerte en la imagen, en el recuerdo que tenía de ti llevabas una espesa barba negra que te cubría gran parte de la cara. Pero es que de eso hace mucho tiempo, fue en el año 85 cuando cursé mi último curso en la escuela del Clot, FP I Delineación, y luego te visité en alguna ocasión para enseñarte trabajos que realizaba en la escuela donde estaba.
Con los años que han transcurrido y los miles de alumnos que han pasado por tus aulas encuentro más que probable que no te acuerdes de Vilella, aquel alumno que a menudo soltaba comentarios "graciosos" durante la clase y que servían para que todo el mundo se riera. Todos menos tú, claro.
Yo sí me acuerdo de ti, y muy a menudo. En toda mi etapa como estudiante dos profesores dejaron una huella bastante profunda en mí, José Mª Pallarés y tú. Y en la actual etapa en la que estoy, también como docente, pienso en ti en ocasiones como una especie de modelo a seguir, el profesor que me gustaría ser. Claro que yo no tengo ni de lejos el carácter, la entrega, el carisma y tantas cosas que de ti admiraba.
Me alegro mucho que el azar me haya llevado a entrar en tu blog, y comprobar y ver que realmente eres tú, Emilio Manrique! mi profe! Y poderte decir que te tengo presente.
Disfruta de la jubilación.
Cordialmente
Josep Mª Vilella Ramoneda”.

Supongo que no soy el único docente que es valorado por lo que ha aportado a la formación de sus alumnos y curiosamente con este alumno, como con otros muchos, tenía una cierta empatía y tengo en mi memoria los hechos que detalla a pesar de que me es difícil, después de tantos años, ponerle cara pero sí que he de decir que reconocí y admiré su “valentía” al decantarse por dejar la escuela para ir a otro centro e iniciarse en los estudios de diseño, por aquella época, poco conocidos. Decisión que le ha aportado una situación muy favorable.
Gracias a Vilella y a todos esos alumnos que, aunque no lo manifiesten, reconocen el valor de los profesores que le ayudaron a aprender y con su esfuerzo personal a labrarse un gran futuro en su vida como personas, porque “El triunfo siempre llega después del sacrificio”

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