martes, 13 de junio de 2017

GRACIAS POR APORTAR CONTRA EL CÁNCER

Una información que satisface a muchos ha sido que: "La Fundación que creó Amancio Ortega  para poner en marcha proyectos sociales, informa que  donará 320 millones de € a los hospitales públicos de todas las comunidades autónomas para la renovación de sus equipos de diagnóstico y tratamiento radioterápico del cáncer".
La polémica está servida, por ejemplo: “La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Aragón” rechaza la donación de Amancio Ortega alegando: "Nuestra comunidad no tiene que recurrir, aceptar, ni agradecer la generosidad, altruismo o caridad de ninguna persona o entidad". Muy bien, al parecer los miembros de la citada asociación conocen la opinión de todos los componentes de la comunidad de Aragón. Cuanta demagogia, cuanta palabrería para salir en los medios y justificar lo injustificable con argumentos que  me parece infantiles  y nihilistas. Quizás los que tienen más voz son, como siempre, los que callan. Aquellos que, como yo, tienen en su familia personas afectadas de cáncer y que han de pasar por las largas listas de espera y faltas de medios de la Sanidad Pública.
No se pueden mezclar “churras” con “merinas”. El agradecer, loar y aprovechar esta donación que puede favorecer a todos los que padecen cáncer, no implica estar  de acuerdo con la política fiscal de la empresa Inditex, con la situación laboral de sus trabajadores, con el lugar geográfico donde se elaboran sus productos. Si realmente molesta tanto el proceder de esta empresa o de otras similares (Ibex 35), que se abstenga de comprar sus productos y reivindicar a quien corresponda, en el lugar idóneo, siempre y a todas las empresas que cumplan con la ley.
Creo que puedo decir que; todos estamos de acuerdo en tener una Sanidad de calidad, en exigir una Sanidad Pública eficiente y bien dotada a través de los Presupuestos Generales del Estado, todos, creo que estamos a favor de un sistema sanitario público, universal y redistributivo, que garantice el acceso a una atención de salud de calidad en condiciones de igualdad. Esto no está en contradicción con una donación que favorezca a un colectivo que está falto de medios, de recursos, de aquello que pueda paliar su dolor y favorecer su vida.
No recuerdo que crease polémica ni rechazo el hecho de que Bill Gates haya donado millones de dólares a causas humanitarias. De esas donaciones se han beneficiado estudiantes que han sido recompensados con becas universitarias, instituciones culturales, proyectos de investigación y, especialmente, millones de personas en África a las que se ha vacunado contra la polio, la neumonía, la difteria y han recibido tratamientos contra la malaria y el SIDA a los que de otra manera no hubieran podido acceder.
Reitero mi agradecimiento a quienes aportan algo de lo suyo (su trabajo, su dinero, su saber, su…) para luchar contra el cáncer, a la vez que suscribo la misiva que en su día me remitieron y que dice así:
Estimado Sr Ortega
Permítame dirigirle unas breves palabras atendiendo a la polémica que ha generado su decisión de donar 320 millones de euros para la renovación de equipos de diagnóstico y tratamiento del cáncer.
En cualquier país civilizado, la decisión que usted ha tomado de ayudar al tratamiento del cáncer no sólo no recibiría ninguna crítica sino que tendría un reconocimiento social unánime. Que uno de los nuestros haya decidido dar algo de lo que ha ganado en su vida para beneficio de la comunidad es un gesto que, en circunstancias normales, debería llenarnos de orgullo.
Créame que somos muchos millones de españoles los que disfrutamos con el éxito del trabajo de uno de los nuestros. Nos enorgullece saber que una marca española está en los mejores sitios del planeta y que el mundo entero se viste de España. Que un gallego normal y corriente con aspecto de paisano se codee con las mayores fortunas del mundo es un orgullo para muchos millones de españoles. Para muchos millones de españoles que no le tenemos envidia y sí admiración por lo que ha conseguido.
Es cierto que la responsabilidad de la lucha contra el cáncer y que la sanidad pública tenga el mejor tratamiento posible no le corresponde a usted sino a los poderes públicos, eso es cierto. Pero esa argumentación no es válida como excusa para despreciar su gesto y su aportación.
Y mucho menos si tiene como objetivo luchar contra una enfermedad que no entiende de edades, sexo, ni clases sociales.
Todos los que le critican o manifiestan públicamente su negativa a esta donación lo hacen por un sólo motivo: ENVIDIA. Le tienen envidia y no pueden soportar que un empresario de rotundo éxito muestre su cara más humana y aporte, mucho o poco, en beneficio de todos. A esos pocos envidiosos que quieren mantener la figura del empresario explotador les molesta que a usted lo quieran sus trabajadores y le admiren en su pueblo. Les molesta que pague sus impuestos en España y que además se pueda permitir donar 320 millones de euros para una buena causa.
Les rompe usted la imagen que les permite seguir viviendo del cuento. Esos a los que les molesta que usted haya hecho fortuna trabajando, haga lo que haga le tendrán envidia, así que no se preocupe por ellos. Le acepten o no la donación, créame que somos muchos millones de españoles los que nos sentimos orgullosos de un español como usted. Así que no me queda más que darle las gracias por todo lo bueno que haya hecho y lo que le quede por hacer.
Un cordial saludo de un español agradecido,, y totalmente solidarizado en la lucha contra el cáncer. 
¡¡¡¡ GRACIAS POR APORTAR CONTRA EL CÁNCER!!!

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