viernes, 20 de marzo de 2015

DIA DE LA FELICIDAD

Hoy volvemos a tener un día dedicado a…. Hoy al día le han puesto un calificativo atrevido, lo han denominado “Día Internacional de la Felicidad”. Como si la felicidad durara un día entero a pesar de que nuestro deseo pueda ser ese, a veces nos es difícil sentirlo y tal vez más difícil es contestar a la pregunta ¿Qué es la felicidad? Sin lugar a duda podemos oír o leer  todo tipo de respuestas desde Platón que la define, según el pensamiento el pensamiento griego, como  la evolución o cambio sereno de las cosas, incluidas las que afectan a la vida; hasta el DRAE donde se especifica como: Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien.
Una marca comercial de refrescos se atreve a pronosticar que si la felicidad tuviese un color sería el de su marca y por eso determina que las distintas variantes de la marca se  tiñen de ese color  para compartir felicidad. Para mí, este es un planteamiento absurdo y si de colores se trata dicen los “expertos” que el amarillo simboliza la luz del sol a la vez que representa la alegría, la felicidad, la inteligencia y la energía.
El escritor italiano Sciascia decía que la felicidad dura un instante, y quizá, juntando todos esos instantes de que consta la alegría, tendremos varios días de felicidad a lo largo de la vida. Los instantes son inolvidables, como pueden ser, la risa de un niño que aún no habla y está solo, los dientes blancos del padre riendo cuando abre la puerta a sus hijos o a sus nietos, la alegría de saber que llegaste bien del viaje, la alegría de decir una buena noticia, la satisfacción de poder decir buenos días, buenas noches y sellarlo con un beso a la persona querida, las lagrimas que afloran después de haber conseguido llegar a alcanzar una meta. Y tantas y tantas cosas que a lo largo de la vida producen instantes de felicidad, instantes que se perpetuán en nuestra memoria. 
Sabido es que la felicidad no es un destino, es la actitud con la que se viaja por la vida y que es preciso, para sentirse mínimamente feliz, saber extraer  lo bueno de las cosas menos buenas. Analizar lo que tenemos y en las pequeñas cosas cotidianas saber hallar todo aquello que nos da estimulo en el vivir de cada día y que para unos estará en el desarrollo de sus obligaciones y para otros está en algo que puede parecer desmesurado, arriesgado, inverosímil, vicio, degradación…
Para todos los que lleguen a leer estas líneas, les deseo que sean felices teniendo presente que la felicidad no dura un día, pero no puede, ni debe haber un día sin felicidad.

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