domingo, 8 de marzo de 2015

DIA DE LA MUJER

Personalmente me resulta un poco “atípico” que haya días concretos del año que se dediquen a un recuerdo determinado, como si el resto de los días ese recuerdo quedase olvidado o inexistente.
Hoy domingo ocho de marzo se celebra, desde 1911 el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, por ellas y para ellas mi mayor de los deseos de que sean consideradas como se merecen ya que es triste constatar como, al igual que en otras épocas, en la actualidad aun hay mujeres en el mundo y por el hecho de serlo, son maltratada, violada, asesinada, humillada, vilipendiada, lapidada, golpeadas, víctimas de un “machismo” exacerbado, desprovisto de sentido, sin humanidad y muestra de una manifiesta incultura .
A pesar de la existencia de leyes que les reconoce sus derechos, todavía no tenemos una sociedad justa e igualitaria, puesto que todavía hay rincones en el país en donde sigue la explotación de la mujer, no sólo sexual, sino también la laboral, la emocional, la física, la discriminación más vil y absurda o incluso la violencia de género a través del móvil y las redes sociales, y son controladas por sus parejas por medio del teléfono. Deplorable.
Es triste constatar que, determinadas religiones, les prohíben la palabra y las relega a un segundo puesto en sus jerarquías, otras, les mutilan el sexo y les tapan la cara. No se les permite ni tan sólo conducir un vehículo o asistir a determinados actos “propios de hombres” pensando  que el lugar de la mujer es el hogar porque previamente la cultura ha diseñado un hogar con la mujer dentro de él, y desarrollando unas tareas basadas en una identidad femenina construida sobre los roles de “esposa, madre y ama de casa”.
No quiero dejar pasar este día sin FELICITAR a todas las mujeres, las madres abnegadas, las hijas obedientes, las esposas resignadas las viudas solitarias, las solteras, las separadas, las divorciadas, las abuelas, las religiosas, las maestras, las investigadoras, las labriegas, las desamparadas, las luchadoras, las que saben coser, las que saben cocinar, las que saben sufrir, las que saben sonreír, las que saben amar, lasque saben.....
 A todas sin excepción, a todas las que no menciono. A todas las que saben que con un beso y un abrazo, pueden ayudar a superar contrariedades. A todas las que sonríen cuando lo que desean es gritar. A todas las que cantan y tararean cuando lo que desean es llorar. A todas cuyas lágrimas son la manera de expresar su dicha, su pena, su felicidad, su desengaño, su amor, su desamor, su soledad, su valentía, su saber, su entrega, su dolor, su sacrificio, su coraje, su sufrimiento, incluso su alegría.
A todas las que los políticos, inmersos en campaña electoral, les han hecho y les hacen promesas vánales para comprarles el voto marcándolas con el deseo frustrado de su igualdad ante la sociedad que hoy le rinde homenaje y que nunca será el que realmente se merecen.

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