Quiero deciros que hace mucho tiempo que empecé a escribir estas
palabras, quizás tanto como los 35 años que he dedicado a esta profesión junto
a vosotros, ya que junto con mi familia intima, que siempre me ha apoyado y
orientado, sois vosotros los artífices de que hoy, lleno de agradecimiento,
esté en esta lección de amistad y de gratitud.
Sinceramente, gracias, gracias por tantas y tantas cosas recibidas, a
tantos y tantos compañeros y alumnos de los que he aprendido mucho de lo que
hoy sé, y soy ¡COMPAÑEROS DEL ALMA COMPAÑEROS! ausentes y presentes que con
ejemplo, esfuerzo, saber, constancia, generosidad, amistad, y un sin fin de
cualidades me he sentido alentado en tantos y tantos momentos de esta vida que
he dedicado a “ayudar a aprender”. Gracias a los que habéis hecho camino
y dejado huellas que me han permitido
pisarlas para no salirme del sendero, para no desviarme demasiado de la vereda a pesar de las
dificultades que conlleva, en el día a día, el mundo de la enseñanza cuando,
como vosotros, uno se siente comprometido.
Gracias a los cientos de alumnos que me han ayudado a saber enseñarles lo
necesario para seguir
caminando con la esperanza que transmite
la juventud, con la esperanza que da el vivir, con la ilusión por el futuro,
con alegría, con confianza, con amor, con fe.
Amigos, compañeros, os pido perdón por aquello que
de mí os haya podido molestar, nunca he tenido intención de incomodaros ni tan
siquiera con mis chistes malos.
Si podéis, os pido que guardéis, en un
rinconcillo de vuestro corazón y de
vuestra mente, los hechos de tantas y tantas personas que como yo un día
llegaron, laboraron y se fueron. De algunas, sus nombres figuran en
dependencias de la escuela, de otras no, pero igualmente ayudaron y colaboraron
en función de sus cualidades y capacidades a que la escuela permanezca siendo
aquello que tantos y tantos deseamos que sea.
Me marcho feliz y agradecido con la confianza de
haber destinado bien mis talentos y decir con humildad “Señor, me entregaste
unos talentos; he aquí, he ganado otros tantos talentos”.
Nunca pensé que llegaría
Nunca creí en ese momento
Te cambia la vida
Sin que tengas nada para seguirla...
Te cambia y no piensas
En lo que te olvidas
Y te despiertas un buen día
Lo ves todo al revés
Miras atrás ves tu camino
El que hicieron tus pies..
Gracias por escucharme, por todo lo que me llevo de
vosotros, no dejéis de ser felices, y recordar, que a todos os quiero mucho
porque como dice Phil
Bosmans
“Cuando se acompaña a la gente en el camino de la vida cuesta abajo o
cuesta arriba en una senda derecha o torcida, nacen en ese camino palabras como
flores, y uno trae esas palabras consigo y se las lleva a casa y se quedan a
vivir en el corazón."
BARCELONA 12-12-2012
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